jueves, 31 de diciembre de 2009

FELIZ 2010

FELIZ 2010, VIVAN VIVOS !!!!!!

Quizás dé lo mismo si se trata de un año nuevo
o de un nuevo grupo de pertenencia,
de un nuevo lugar donde vivir
de un nuevo amigo,
o de una nueva pareja.
Nada puede ser realmente nuevo si uno lo vive desde viejas actitudes.
Por eso te deseamos y nos deseamos
Que no se nos vaya nuestro tiempo de vida en asuntos que realmente no valgan la pena.
Nadie vino a este mundo
a lograr la aprobación de los demás,
a “matar el tiempo”.
El tiempo es algo precioso:
un recurso no renovable.
Que miremos hacia atrás sólo para cerrar los asuntos pendientes.
Es el único modo en que el pasado puede realmente pasar:
decir lo largamente callado,
hacerse cargo de los errores
y pedir disculpas,
y reconocer lo recibido
y dar las gracias,
comprender lo no comprendido,
dejar ir lo que ya no es.
Cerrar lo inconcluso es comenzar a hacer espacio para lo Nuevo.
Que sepamos pedir ayuda cuando la necesitemos, para volver a pararnos
sobre nuestros propios pies.
Dejarse ayudar es un buen antídoto para la omnipotencia o la necedad.
Que sepamos ayudar a quien lo necesite..
sin perdernos en el otro,
sin invadir ni manipular,
sin generar dependencia,
sin forcejear para que nadie cambie lo que no está dispuesto a cambiar.
Ayudar requiere el ejercicio de una solidaridad inteligente, consciente
de sus trampas y de sus límites.
Que permanezcamos abiertos a encontrar verdaderos compañeros de Camino,
afines a nuestra más íntima Esencia.
Como decía Vinicius:“La Vida es el arte del encuentro”.
No nos escondamos de la Vida.
Vivir Vivo es poco frecuente entre los humanos. Lo logran quienes
trabajan para abrir su sensibilidad y su conciencia.
Que seamos parte de aquellos que, más que un “Año Nuevo”, celebran cada
día un Día Nuevo, intensamente Vivos.
Y es que hay un único tiempo:
*AHORA*
Te deseamos lucidez para cada día.
Que elijas bien, que tu sensibilidad se abra y florezca.

martes, 29 de diciembre de 2009

Sólo al tomar decisiones

Sólo al tomar decisiones te vuelves más y más consciente, sólo al tomar decisiones te vuelves más y más maduro y sólo al tomar decisiones te vuelves más astuto. De otra manera uno se vuelve insulso.

La gente va de un gurú a otro, de un maestro a otro, de un templo a otro — no porque sean grandes buscadores sino porque son incapaces de tomar decisiones. Así que van de uno a otro. Esta es su maneraa de evitar el compromiso.

Lo mismo ocurre con otras relaciones humanas: un hombre va de una mujer a otra, continúa cambiando. La gente piensa que es un gran amante; no es un amante en lo absoluto. Él está evitando, él está intentando evitar el involucrarse profundamente, porque cuando te involucras profundamente tienes que enfrentarte a problemas, y tienes que pasar por mucho dolor. Luego uno simplemente juega a lo seguro; uno se asegura de no involucrarse profundamente con nadie. Si te involucras muy profundamente, no serás capaz de volver con facilidad. Y si te involucras profundamente con alguien, este alguien también se involucrará profundamente contigo; siempre va en proporción. Si me involucro profundamente contigo, la única manera es permitirte que vayas igual de profundo conmigo. Es un toma y daca, es compartir. Entonces te puedes involucrar demasiado, y será difícil escapar y el dolor puede ser enorme. Así pues la gente aprende a jugar a lo seguro: encontrándose sólo en la superficie — historias de amor en toccata y fuga. Antes de que te atrapen, corres.

Esto es lo que está ocurriendo en el mundo moderno. La gente se ha vuelto tan infantil, tan aniñada; ha perdido toda su madurez.



Y la madurez aparece sólo cuando estás listo para enfrentarte al dolor de tu ser; la madurez viene sólo cuando estás dispuesto a afrontar el reto. Y no hay mayor reto que el amor.

Vivir en armonía con otra persona es el mayor reto del mundo. Es muy fácil vivir en paz cuando estás solo, es muy difícil vivir en paz con alguien más, porque es el encuentro y también el enfrentamiento de dos mundos... totalmente diferentes. ¿Por qué se atraen el uno al otro? Porque son totalmente diferentes, casi opuestos, polos opuestos.

Es muy difícil sentirse en paz en una relación, pero ese es el reto. Si escapas de él, escapas de la madurez. Si te sumerges en él con todo el dolor, y continúas sumergiéndote, entonces poco a poco el dolor se convierte en una bendición, la maldición se convierte en una bendición.


Poco a poco, a través del conflicto, de la fricción, llega la cristalización. El conflicto te vuelve más alerta, más consciente.

El otro se convierte en un espejo para ti. Puedes ver tu fealdad en el otro. El otro provoca tu inconsciencia, la trae a la superficie.


Tendrás que conocer todas las partes escondidas en tu interior y la forma más fácil es viéndolas a través de un espejo, reflejadas, en una relación.

La forma más fácil, la llamo yo, pues de hecho no hay otra forma — pero es dura. Es dura, difícil, porque tendrás que transformarte con ella.

Cuando llegas a un Maestro se presenta ante ti un reto aún mayor: tienes que decidir, y la decisión es acerca de lo desconocido, y ha de ser total y absoluta, irreversible. No es un juego de niños; es un punto sin retorno. Despertará un gran conflicto en tu interior. Pero no sigas cambiando de Maestro continuamente porque esta es la manera en la que evitas mirar en tu interior. Y permanecerás suave, infantil. La madurez no se producirá en tu interior.

Sólo lo desconocido puede llamarte porque es algo que no has vivido todavía; no te has adentrado en ese territorio. ¡Avanza! Algo nuevo puede ocurrir ahí.


Decide siempre a favor de lo desconocido, cualquiera que sea el riesgo, y crecerás continuamente.

Pero si continúas decidiendo a favor de lo conocido, te mueves en círculo con el pasado una y otra vez. Continúas repitiendo lo mismo, como si fueras un disco en un gramófono.

Y decide. Cuanto antes lo hagas, mejor. El posponer es simplemente estúpido. Mañana también tendrás que decidir, así que ¿por qué no hoy? ¿Acaso crees que mañana serás más sabio que hoy? ¿Crees que mañana estarás más vivo que hoy? ¿Crees que mañana será más joven que hoy, más fresco que hoy?

Mañana serás más viejo, tendrás menos valor; mañana tendrás más experiencia, serás más astuto; mañana la muerte estará más cerca; empezarás a temblar y sentirás más miedo. Nunca pospongas para mañana. ¿Y quién sabe? El día de mañana puede llegar o no. Si tienes que decidir, debes hacerlo ahora.

El ego no se siente bien, a gusto, con montículos; quiere montañas. Incluso si es una desdicha, no debería ser un montículo, debería ser un Everest. Aunque es desdichado, el ego no desea ser ordinariamente desdichado; desea ser ¡extraordinariamente desdichado!

La gente sigue y sigue creando grandes problemas de la nada. ¡He hablado con miles de personas sobre sus problemas y aún no he dado con un verdadero problema! Todos los problemas son falsos... los creas porque sin problemas te sientes vacío. No hay nada que hacer, nada contra qué luchar, ningún lugar a dónde ir. La gente va de un gurú a otro, de un maestro a otro, de un psicoanalista a otro, de un grupo de encuentro a otro, porque si no van, se sienten vacíos, y de pronto sienten que la vida no tiene significado. Creas problemas de modo que puedas sentir que la vida es un gran trabajo, un crecimiento, y tienes que luchar duro.

El ego sólo puede existir cuando lucha, recuerda... cuando lucha. Y si te digo, "Mata tres moscas y te iluminarás", no me creerías. Dirás, "¿Tres moscas? Eso no parece ser mucho. ¿Y me iluminaré? Eso no parece ser probable". Si te digo que tendrás que matar setecientos leones, por supuesto ¡eso sí tendrá más sentido! Cuanto mayor es el problema, mayor es el desafío... y con el desafío el ego aparece, vuela alto. Tú creas los problemas. Los problemas no existen.

Los sacerdotes y los psicoanalistas y los gurúes, son felices porque su negocio entero existe gracias a ti. Si no creas montículos de la nada y no conviertes tus montículos en montañas, ¿qué sentido tiene que los gurúes te estén ayudando? Primero tienes que estar en forma para ser ayudado.

Los verdaderos maestros han estado diciendo algo más. Han estado diciendo, "Por favor mira lo que estás haciendo, qué disparate estás haciendo. Primero creas un problema, luego vas en busca de una solución. Sólo mira por qué estás creando el problema, justo exactamente al comienzo, cuando estás creando el problema, está la solución ¡no lo crees!" Pero eso no te atraerá porque entonces de repente eres arrojado de vuelta a ti mismo. ¿Nada que hacer? ¿Ninguna iluminación? ¿Ningún satori? ¿Ningún samadhi? Y estás profundamente inquieto, vacío, intentando atiborrarte con lo que sea.

Tú no tienes ningún problema; solamente esto tiene que ser entendido. En este mismo momento puedes soltar todos los problemas porque son tus creaciones. Dale otra mirada a tus problemas: entre más profundo mires, más pequeños parecerán. Continúa mirándolos y poco a poco empezarán a desaparecer. Continúa mirando fijamente y de pronto encontrarás que hay vacío... un hermoso vacío te rodea. Nada que hacer, nada que ser, porque ya eres eso.

La iluminación no es algo para ser alcanzado, es sólo para ser vivida. Cuando digo que alcancé la iluminación, simplemente me refiero a que decidí vivirla. ¡Ya es suficiente! Y desde entonces la he vivido. Es una decisión el que ahora no estás interesado en crear problemas, eso es todo. Es una decisión el que ahora has acabado con todo este absurdo de crear problemas y de encontrar soluciones.

Todo este absurdo es un juego que estás jugando contigo mismo: tú mismo te estás ocultando y tú mismo te estás buscando, eres ambas partes. ¡Y lo sabes! Por eso es que cuando lo digo, sonríes, te ríes. No estoy hablando de algo ridículo; tú lo entiendes. Te estás riendo de tí mismo. Sólo obsérvate al reír, sólo mira tu propia sonrisa; ¡tú la entiendes! Tiene que ser así porque es tu propio juego: estás escondiéndote y esperándote para poder buscarte y encontrarte.

Puedes encontrarte ahora mismo porque eres túel que se está escondiendo. Por eso es que los maestros Zen continúan golpeando. Siempre que alguien llega y dice, "Me gustaría ser un buda," el maestro se enoja mucho. Porque está preguntando algo absurdo, él es un buda. Si Buda viene a mí y pregunta cómo ser un buda, ¿qué se supone que yo haga? Golpearé su cabeza. ¿"A quién crees que estás engañando? ¡Eres un buda!".

No te crees un problema innecesario. Y la comprensión amanecerá en ti si observas cómo haces un problema más y más y más grande, cómo lo haces girar, y cómo ayudas a que la rueda se desplace más rápido, más rápido y más rápido. Entonces de pronto estás en la cima de tu desdicha y estás necesitando la compasión de todo el mundo.

El ego necesita algunos problemas. Si entiendes esto, en el entendimiento mismo las montañas se convierten en montículos otra vez, y entonces también los montículos desaparecen. De pronto hay vacío, vacío puro en todas partes. De esto se trata la iluminación: una profunda comprensión de que no hay problema. Entonces, sin ningún problema para solucionar, ¿qué harás? Inmediatamente empiezas a vivir. Comerás, dormirás, amarás, tendrás una charla, cantarás, bailarás. ¿Qué más hay que hacer? ¡Te has convertido en un dios, has empezado a vivir!

Si la gente puede bailar un poco más, cantar un poco más, estar un poco más loca, su energía fluirá más, y sus problemas poco a poco desaparecerán. De ahí que insisto tanto en la danza. Baila hasta el orgasmo; deja que toda la energía se convierta en danza, y de pronto verás que no tiene cabeza alguna. La energía atorada en la cabeza se está moviendo por todas partes, creando hermosos patrones, imágenes, movimiento. Y cuando bailas llega un momento en que tu cuerpo deja de ser algo rígido, se vuelve flexible, fluyendo. Cuando bailas viene un momento en que el límite ya no está tan claro; te derrites y te fundes con el cosmos, los límites se están mezclando. Entonces no creas ningún problema.

Vive, baila, come, duerme, haz las cosas tan totalmente como sea posible. Y recuerda una y otra vez: siempre que te veas creando cualquier problema, escúrrete de él, inmediatamente.

Pensar «soy la mente», es inconsciencia. Debes saber que la mente sólo es un mecanismo, como lo es el cuerpo; debes saber que la mente está separada. Viene la noche y después viene la mañana; y tú no te identificas con la noche. No dices: «Soy la noche»; y tampoco dices: «Soy la mañana». Viene el día y después vuelve la noche; la rueda continúa girando, pero tú te das cuenta de que no eres estas cosas. Lo mismo ocurre con la mente. Aparece la ira pero tú te olvidas : te conviertes en ira. Viene la avaricia y te olvidas: te conviertes en avaricia. Se presenta el odio y te olvidas: te conviertes en odio. Eso es inconsciencia. Conciencia es darse cuenta de que la mente está llena de avaricia, llena de ira, llena de odio o llena de lujuria, pero tú sólo eres un observador. Entonces puedes ver cómo surge la avaricia y se convierte en una gran nube oscura que después se dispersa; y tú no has sido tocado. ¿Cuánto tiempo pueden quedarse? Tu ira es momentánea, tu avaricia es momentánea, tu lujuria es momentánea. Simplemente observa y te quedarás sorprendido: vienen y se van. Y tú permaneces allí, intocado, fresco, tranquilo.

La cosa más básica a recordar es que cuando te sientas bien, en un estado de éxtasis, no debes pensar que va a ser un estado permanente. Vive el momento tan alegremente, tan animadamente como puedas, sabiendo muy bien que ha venido y se irá, como la brisa que entra en tu casa, con toda su fragancia y frescor, y sale por la otra puerta. Esto es lo más fundamental. Si piensas que puedes hacer que tus momentos de éxtasis sean permanentes, ya has empezado a destruirlos.

Cuando vengan, agradéselos; cuando se vayan, siéntete agradecido a la existencia. Permanece abierto. Ocurrirá muchas veces; no enjuicies, no seas un elector. Permanece libre de elecciones. Sí, habrá momentos en los que te sentirás desgraciado. ¿Y qué? Hay personas que se sienten desgraciadas y no han conocido ni un momento de éxtasis; tú eres afortunado. Incluso en medio de tu desgracia, recuerda que no va a ser permanente; también pasará, por eso no dejes que te altere demasiado. Permanece sereno.

Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza; acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, son la naturaleza misma de las cosas. Y simplemente eres un observador: no te conviertes ni en la felicidad ni en la desgracia. La felicidad viene y se va, la desgracia viene y se va. Pero hay algo que siempre está allí —siempre y en todo momento — y ése es el observador, el testigo.

Poco a poco ve centrándote más en el observador. Vendrán días y vendrán noches…vendrán éxitos y fracasos… vendrán vidas y vendrán muertes. Pero si permaneces centrado en el observador — porque es la única realidad en ti— todo es un fenómeno pasajero.

Sólo por un momento trata de sentir lo que te digo: simplemente sé un testigo. No te aferres a ningún momento porque es hermoso ni alejes de ti ningún momento porque es desgraciado. Deja de hacer eso. Lo has estado haciendo durante vidas enteras. Nunca has tenido éxito hasta ahora y nunca lo tendrás, jamás. El único modo de ir más allá, de permanecer más allá, es encontrar el lugar desde el que puedes observar todos estos fenómenos cambiantes sin identificarte.

Te contaré una antigua historia sufí.

Un rey dijo a los sabios de la corte: —Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total. Tiene que ser muy pequeño de manera que quepa escondido debajo del diamante del anillo.

Todos ellos eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados. Pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudiera ayudar en momentos de desesperación total era difícil. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que era casi como su padre; también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por él. El anciano dijo: —No soy un sabio, ni un erudito, menos un académico; pero conozco el mensaje, porque sólo hay un mensaje. Y esa gente no te lo puede dar; sólo puede dártelo un místico, un hombre que haya alcanzado la realización. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente y en una ocasión me encontré con un místico.

Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento por mis servicios, me dio este mensaje —y lo escribió en un papel, lo dobló y se lo dió al rey—. No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Y ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos le perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Y llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: del otro lado había un precipicio y un profundo valle. Caer por él sería el fin. No podía volver, el enemigo le cerraba el camino y ya podía oír el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante, y no había ningún otro camino…

De repente se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: «Esto también pasará».

Mientras leía «esto también pasará» sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Y aquello pasó. Todas las cosas pasan; nada permanece en este mundo. Los enemigos que le perseguían se deben haber perdido en el bosque, deben haberse equivocado de camino; poco a poco dejó de oír el trote de los caballos.

El rey se sentía tremendamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, lo volvió a poner en el anillo, reunió a su ejército y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes,… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: —Este momento también es adecuado: vuelve a mirar al mensaje.

—¿Qué quieres decir? —Preguntó el rey—. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

—Escucha —dijo el anciano—, esto es lo que me dijo el santo: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso; no sólo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: «Esto también pasará», y de repente la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que se regocijaba, que celebraba, que bailaba… pero el orgullo, el ego había desaparecido. Todo pasa.

Pidió al anciano sirviente que viniera a su carro y se sentara junto a él. Le preguntó: -¿Hay algo más? Todo pasa… Tu mensaje me ha sido de gran ayuda.

—La tercera cosa que dijo el santo es: «Recuerda que todo pasa. Sólo quedas tú; tú permaneces por siempre como testigo».

Todo pasa, pero tú permaneces. Tú eres la realidad; todo lo demás sólo es un sueño. Hay sueños muy hermosos, hay pesadillas… pero no importa que se trate de un sueño precioso o de una pesadilla; lo importante es la persona que está viendo el sueño. Ese que ve es la única realidad.

Ciertamente, cambia tu química, cambia tus ondas cerebrales, cambia tu inteligencia; te vuelves más inteligente. Las partes de tu mente que habían estado durmiendo, de repente se despiertan. La risa llega hasta lo más profundo de tu cerebro, de tu corazón. Un hombre de risa no puede sufrir un ataque al corazón. No es posible que un hombre de risa se suicide. Un hombre de risa llega automáticamente a conocer el mundo del silencio, porque cuando la risa cesa, súbitamente hay silencio. Y cada vez que la risa se hace más profunda es seguida de un silencio más profundo.


Ciertamente te aclara –de las tradiciones, de la basura del pasado—.


Te da una nueva visión de la vida. Te vuelve más vivo y radiante, más creativo.


Ahora, hasta la ciencia médica dice que la risa es una de las medicinas más penetrantes con que la naturaleza ha provisto al hombre. Si puedes reír cuando estás enfermo recuperarás antes la salud. Aun cuando estés sano, si no puedes reír, antes o después perderás tu salud y te pondrás enfermo. La risa saca una porción de tus energías desde tu fuente interior hasta la superficie. La energía comienza a fluir, sigue a la risa como una sombra. ¿Lo has observado?: cuando te ríes de verdad, durante esos pocos momentos estás en un profundo estado meditativo. El pensamiento se detiene. Es imposible reír y pensar a la vez. Son cosas diametralmente opuestas: o puedes reír o puedes pensar…


En unos pocos monasterios zen todo monje ha de iniciar la mañana riendo y ha de concluir la noche riendo: ¡lo primero y lo último!. Inténtalo. Es muy hermoso…


Será difícil; si eres un marido o una esposa te será difícil ponerte a reír de repente por la mañana temprano. Pero inténtalo, es muy provechoso. Es uno de los más hermosos talantes con que puede uno despertarse, con que puede uno levantarse de la cama. ¡Sin nin¬guna razón!, porque no hay razón ninguna. Simplemente estás ahí otra vez, todavía vivo; es un milagro. Parece ridículo: ¿por qué estás vivo? Y el mundo está nuevamente ahí. Tu esposa todavía está roncando, y es la misma habitación y la misma casa. En este mundo continuamente cambiante… al menos por una noche nada ha cambiado. Todo está ahí: puedes oír al lechero, y el tráfico ya circula, y los mismos ruidos… ¡Vale la pena reírse!…


Contempla la ridiculez de toda la situación… y ríete a gusto. No abras los ojos. Tan pronto sientas que el sueño se ha ido, primero comienza a reír, después abre los ojos; y eso establecerá una ten¬dencia para todo el día. Si puedes reírte por la mañana temprano te reirás durante todo el día. Has creado un efecto concatenado: una cosa conduce a la otra, la risa provoca más risa. Y casi siempre he visto a la gente hacer justamente lo contrario. Desde bien temprano por la mañana se levantan de la cama quejándose, pesimistas, tristes, deprimidos, miserables. Entonces una cosa conduce a la otra –y por nada–, y se enfadan. Es algo muy malo porque cambia tu talante durante el resto del día, establece una pauta para todo el día…


El monje zen se va a dormir por la noche nuevamente con risas. El día ha concluido, nuevamente se cierra el teatro. Con su risa dice: «Adiós; y si nuevamente sobrevivo, nuevamente te saludaré con risas mañana por la mañana». ¡Inténtalo! Comienza y concluye tu jornada con risas y ya verás: poco a poco, entremedias de estas dos risas comenzará a haber más y más risa. Y cuanto más te conviertas en risa, más religioso serás”.


Osho, De la medicación a la meditación


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Osho nos habla de la espiritualidad:


1.- ..De eso es de lo que trata la espiritualidad. Del vivir la muerte intensamente, del vivir la vida con intensidad,del vivir ambos tan apasionadamente que nada quede atrás sin ser vivido, ni incluso la muerte.

2.-La risa es la esencia misma de la religión. La seriedad nunca es religiosa, no puede ser religiosa. La seriedad es del ego, parte de la enfermedad misma. La risa es la ausencia de ego.


Sí, hay una diferencia cuando tú ríes y cuando ríe un hombre religioso. La diferencia es que tú siempre te ríes de otros y el hombre religioso se ríe de sí mismo, o de toda la ridiculez humana.


La religión no puede ser sino una celebración de la vida; y la persona seria se transforma en un inválido: crea barreras. No puede bailar, no puede cantar, no puede celebrar. La dimensión misma de la celebración desaparece de su vida. Se vuelve como el desierto y si eres un desierto puedes seguir pensando y pretendiendo que eres religioso, pero no lo eres.


Puedes ser un sectario, pero no religioso. Puedes ser un cristiano, un hindú, un budista, un jaino, un musulmán, pero no puedes ser religioso. Crees en algo, pero no sabes nada. Crees en teorías. Un hombre demasiado cargado de teorías se vuelve serio. Un hombre que no tiene cargas, que no agobie su ser con teorías, comienza a reírse.


3.-La risa relaja. Y la relajación es espiritual. la risa te devuelve a la tierra, de hacer descender de tus estúpidas ideas sobre el ser-más-santo-que-tú. La risa de lleva a la realidad tal y como es. El mundo es un juego de Dios, una broma cósmica. Y a menos que la comprendas como una broma cósmica nunca serás capaz de comprender el misterio supremo.

Estoy a favor de todas las bromas, estoy a favor de la risa.


Estamos tan apegados a nuestro sufrimiento que reímos, generalmente, sólo como una liberación de la tensión. Pocas veces, muy pocas veces, se ríe sin causa.

No somos capaces de reír, no somos capaces de ser felices; incluso en nuestra risa hay dolor.


Pero la risa es hermosa, es una profunda limpieza, una profunda purificación.


Osho ha ideado una técnica “de la risa”. Practícala cada mañana al levantarte y, dice él, cambiará toda la naturaleza de ese día.


MEDITACION DE LA RISA


Si te levantas riendo, pronto empezarás a sentir lo absurdo de la vida. No hay nada serio, incluso puedes reírte de tus desgracias, de tus sufrimientos, de ti mismo.

Cuándo te levantas por la mañana, antes de abrir tus ojos, estírate como un gato.


Estira cada parte de tu cuerpo. Disfruta con el estiramiento, disfruta al sentir tu cuerpo despertándose, volviendo a la vida.

Después de tres o cuatro minutos de estiramientos, con tus ojos aún cerrados, ríe.


Durante cinco minutos simplemente ríe.


Al principio serás tú el que lo hagas, pero pronto, cuando intentes reír aparecerá una risa genuina.


Piérdete en la risa.


Esta técnica puede llevarte algunos días, antes de que seas capaz de realizarla. No estamos acostumbrados a reír, hemos olvidado cómo hacerlo.


Pero pronto será espontánea. Y entonces, cada mañana, ¡Disfruta

Ego

El ego es una protección. El ego es como una pared invisible que te rodea. Por eso el ego es muy sensible. Alguien dice algo o sim­plemente te sonríe y por la forma en que sonríe te sientes herido. Empiezas a protegerte; estás dispuesto a pelear. El ego es una tremenda disposición para pelear con todo aquello que parezca peligroso. El ego es una lucha constante contra la vida, porque la vida es peligrosa. El ego es como una roca que te protege contra todas las formas en que la vida trata de alcanzarte. Salta, sobre esta roca, rompe el caparazón del huevo, sal de él.
El cielo es peligroso. No te digo que no exista peligro, no puedo decirlo; existe peligro. Hay peligros y más peligros, pero la vida se alimenta del peligro, el peligro es su alimento. El peli­gro no amenaza la vida; el peligro es el alimento mismo, la sangre misma, el oxígeno mismo de la vida.
Vive en peligro; ése es el significado de "sannyas". El pasa­do-lo conocido, lo familiar-te protege. Con el pasado, te sien­tes en casa. El futuro es desconocido, no te es familiar. Con el futuro te sientes un extraño, no lo conoces. El futuro es siempre un extraño llamando a la puerta. Abre siempre la puerta al futuro. En realidad, te gustaría que tu futuro fuera igual que tu pasado, una repetición. Esto es miedo. Y recuerda: crees siempre que te­mes a la muerte, pero yo te digo que no temes a la muerte; temes a la vida.
El miedo a la muerte es, básicamente, un miedo a la vida, por­que sólo la vida puede morir. Si tienes miedo a la muerte, tendrás miedo a la vida. Si tienes miedo a caer, tendrás miedo a levantar­te, porque sólo una ola que se alza puede bajar. Si temes ser re­chazado tendrás miedo, miedo de acercarte a cualquiera. Si temes ser rechazado, te volverás incapaz de amar. Temiendo a la muerte te incapacitas para la vida. Entonces vives tan sólo de palabra y sólo el sufrimiento, la oscuridad y la noche te rodean.
Sólo nacer no basta; es necesario, pero no suficiente. Has de nacer dos veces.
Osho- Yoga la Ciencia del Alma Vol. 4,
Págs. 103,104

¿Qué sucede cuando nos sentimos afectados?

Dejamos de ser espectadores para convertirnos en parte de la película. Las personas comienzan a identificarse con los actores. La próxima vez que vayan al cine observen con quién se han identificado seguramente lo han hecho. Hacen suyos los éxitos y los fracasos del personaje. El amor y la tragedia son suyos. Cuando el personaje ríe ustedes también se identifican con una parte de la película y ella se convierte en su propia historia. Por unos momentos abandonan su vida y se convierten en parte de la vida de esos desconocidos que se mueven en la pantalla.
Al cabo de las tres horas durante el camino a casa súbitamente recuerdan que no era más que ficción y que no hay nada de qué preocuparse. No tendrán que cargar con la preocupación ni desvelarse. Podrán reír de nuevo porque han abandonado la situación. Pero durante esas tres horas no solamente estuvieron en la sala de cine sino dentro de la película. Se volvieron parte de ella dejaron de ser espectadores para convertirse en protagonistas.
La próxima vez observen. Si se mantienen como espectadores no se sentirán afectados porque como tales sabrán que es sólo una película y nada más. No estará sucediendo nada realmente. Tan pronto como se metan en la película ésta dejará de ser mera nada. En ese momento perderán la atención y el sueño se convertirá en realidad. Cuando recuperen la atención el sueño se tornará en sueño.
Entonces la pregunta es ¿qué hacen en el mundo? ¿Son protagonistas u observadores? Si son protagonistas han dejado de ser reales y el mundo se ha convertido en realidad. Son ustedes quienes ponen su realidad en el mundo para que él se torne real. Todo depende de ustedes: pueden desmentir esa realidad una vez que la desmientan podrán prestar atención y el mundo comenzará a tornarse irreal. La realidad del mundo depende de la medida en la que se es protagonista o mero observador. Basta con esos breves instantes de simple observación para reconocer que los hindúes tienen razón cuando dicen que el mundo es maya o ilusión. Takan tiene razón cuando dice que todo es un sueño que la vida y la muerte son un sueño. Su última afirmación debe también ser la primera. He ahí todo el asunto.
Osho- El Principio Zen
Págs. 47,48

Si hay una constante dependencia y no te liberas, no sirve; es sólo posponer las cosas. Un verdadero maestro siempre deja a los discípulos liberados de él. Éste es el objetivo. Que vengas a mí, que te alejes de mí, pero que te acompañe esa sensación. Que sigas siendo el mismo. Que te muevas entre los polos opuestos permaneciendo siempre igual. Entonces, todo es posible, porque tú eres aún la fuente de todas las energías.
Tienes en tu interior la fuente de toda la vida. Todo lo que está sucediendo en la vida se está produciendo a partir de la misma fuente de la que saliste tú. Estás relacionado con ella, eres uno con ella. Si los pájaros pueden estar tan contentos y cantar, tú también puedes, porque es la misma fuente la que les aporta su dicha y su canto. La misma fuente está a tu disposición, pero de alguna manera has generado obstáculos. Si los árboles están tan verdes y tan naturales, despreocupados, tú también puedes, pues la savia que llega a los árboles también te lega a ti. Tal vez lo hayas olvidado, pero allí está.
Y lo que ha ocurrido en la vida, todo lo que sucede a tu alrededor, todo este misterio, es tu herencia. Reclámala. La estás dejando de lado al no reclamarla, mientras sigues pidiendo. Allí tienes el imperio, que sigue desperdiciándose y esperando, mientras sigues pidiendo. ¡Reclámalo! Ésta es la forma en que se lo puede reclamar: manténte igual cuando te desplaces de un polo al opuesto. Esto es lo que Krishna dice en el Gita: “En el dolor o en el placer, sé el mismo; en el éxito o en el fracaso, sigue siendo el mismo. Pase lo que pase, deja que suceda, y sigue siendo el mismo. Esta identidad te dará integridad”.

Debe llegar a un punto en el cual, conmigo o sin mí, sigas siendo el mismo. Entonces, seré una ayuda y no una esclavitud. Entonces, seré una liberación para ti; y debo transformarme en una liberación para ti. Cuando digo esto, quiero decir que debes llegar al punto de liberarte también de mí.
Osho- Mi Camino. El Camino de las Nubes Blancas
Págs. 204,205

Coraje

Soy uno con todas las cosas.
En belleza, en fealdad,
para todo lo que sea,
ahí estoy.
No sólo en la virtud
también en el pecado soy un compañero,
y no sólo el cielo
también el infierno es mío.

Buda, Jesus, Lao Tsé,Zoroastro,
es fácil ser su heredero,
pero ¿Genghis, Taimur, Napoleon y Hitler?
¡Ellos también están dentro de mí!
No, no la mitad. ¡Soy la totalidad de la humanidad!

Todo lo que sea del hombre es mío:
flores y espinas,
la oscuridad tanto como la luz.
Y si el néctar es mío, ¿de quién es el veneno?Néctar y veneno: ambos son míos.
A quien quiera que experimente esto
yo lo llamo religioso,
porque sólo la angustia de tal experiencia
puede revolucionar la vida sobre la tierra.

autor: Osho

CORAJE:
No lo llames incertidumbre, llámalo prodigio.
No lo llames inseguridad, llámalo libertad.

No estoy aquí para darte un dogma. Un dogma te da seguridad. No estoy aquí para hacerte una promesa para el futuro, cualquier promesa para el futuro te da seguridad. Simplemente estoy aquí para que estés despierto y seas consciente, es decir, para que estés aquí y ahora con toda la inseguridad que tiene la vida, con toda la incertidumbre que tiene la vida, con todo el peligro que tiene la vida.
Sé que has venido aquí buscando certidumbres, credos, algún “ismo”, algún sitio al que pertenecer, alguien en quien confiar. Vienes aquí a consecuencia de tu miedo. Estás buscando una especie de hermosa prisión para poder vivir sin conciencia.
Me gustaría darte más inseguridad, más incertidumbre, porque la vida es así, Dios es así. La única forma de responder cuando hay más inseguridad y peligro es con conciencia.
Hay dos posibilidades. O cierras los ojos y te vuelves dogmático: católico, hinduista o musulmán… entonces, te conviertes en un avestruz. Eso no cambia tu vida, simplemente te tapa los ojos. Te vuelve estúpido, te vuelves poco inteligente. Con tu poca inteligencia te sientes seguro; todos los idiotas se sienten seguros. De hecho, sólo los idiotas se sienten seguros. Un hombre realmente vivo siempre se sentirá inseguro. ¿Qué seguridad puede tener?
La vida no es un proceso mecánico, no puede ser segura. Es un misterio impredecible. Nadie sabe qué va pasar en el momento siguiente. Ni siquiera Dios, que supones que está por ahí en el Séptimo Cielo, ni siquiera él -—si es que está por ahí—, ¡ni siquiera él sabe lo que va a pasar! … Porque si supiera lo que va a pasar la vida sería falsa, todo estaría escrito de antemano, y todo estaría determinado de antemano. Si el futuro no está determinado, ¿cómo puede saber lo que va a ocurrir a continuación? Si Dios supiese lo que iba a ocurrir en el momento siguiente, la vida sólo sería un proceso mecánico, inerte. No habría libertad, ¿y cómo puede existir la vida sin libertad? No habría ninguna posibilidad de crecer, ni de no crecer. Si todo está predestinado de antemano, no habrá gloria ni grandeza. Entonces sólo seréis robots.
No, no hay nada seguro. Este es mi mensaje. No puede haber nada seguro porque una vida segura es peor que la muerte. No hay nada seguro. La vida está llena de incertidumbres, llena de sorpresas, ¡esa es su belleza! Nunca llegas a un punto en el que puedas decir. “Ahora, estoy seguro”. Cuando dices que estás seguro estás proclamando tu muerte; te has suicidado.
La vida continúa con mil y una incertidumbres. Eso es libertad. No lo llames inseguridad.
Puedo entender porqué la mente llama “inseguridad” a la libertad… ¿Has estado alguna vez en la cárcel durante unos meses o unos años? Si un prisionero está unos cuantos años en la cárcel, cuando llega el día de su libertad, empieza a sentirse inseguro acerca del futuro. En la cárcel todo estaba garantizado; todo era una rutina sin vida. Le servían la comida, la daban protección; no tenía miedo de pasar hambre al día siguiente y que no hubiera comida; nada de eso, todo estaba garantizado. Ahora, de repente, después de tantos años, cuando llega el carcelero y le dice, “Ahora serás puesto en libertad”, empieza a temblar. Al salir de los muros de la prisión volverá a tener incertidumbres; tendrá que volver a buscar y rebuscar; tendrá que volver a vivir en libertad.
La libertad da miedo. La gente habla de la libertad, pero tiene miedo. Y un ser humano no será un ser humano mientras siga teniendo miedo a la libertad. Os doy libertad, no os doy seguridad. Os doy comprensión, no os doy conocimiento. El conocimiento te dará seguridad. Si te doy una fórmula, una fórmula determinada: que hay un Dios, un Espíritu Santo y su único hijo, Jesús; que hay un Cielo y un Infierno, que estas acciones están bien y esas están mal; si cometes un pecado irás al Infierno, si haces lo que llamo buenas acciones irás al Cielo —¡y se acabó!— entonces, estarás seguro. Por eso hay tantas personas que han decidido ser cristianos, musulmanes o jainistas, porque no quieren ser libres, quieren una fórmula fija.

De repente, se estaba muriendo un hombre tras un accidente de coche. Nadie sabía que era judío, de modo que llamaron a un sacerdote católico. El sacerdote se reclinó junto al hombre —el hombre se estaba muriendo, eran los últimos estertores de la muerte— y el sacerdote dijo: —¿Crees en la Santa Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
El hombre abrió los ojos y dijo: —Estoy aquí a punto de morirme… y ¡él está jugando a los acertijos!

Cuando la muerte llama a tu puerta, todas tus convicciones no serán más que absurdos acertijos. No te aferres a ninguna convicción. La vida es incierta, la misma naturaleza de la vida es la incertidumbre. Y la persona inteligente siempre está insegura.
La propia disposición de mantenerse en la incertidumbre es valentía. Esta disposición de estar en la incertidumbre es confianza. Una persona inteligente es aquella que permanece alerta en cualquier situación, que responde a las situaciones con todo su corazón. No es que sepa lo que va a ocurrir; no es que sepa, “si haces esto sucederá aquello”. La vida no es una ciencia; no es una cadena de causa y efecto. Cuando calientas agua hasta los 100º, se evapora, eso está garantizado. Pero en la vida real, no hay nada tan seguro como eso.
Cada individuo es una libertad, una libertad desconocida. Es imposible predecirlo, imposible imaginárselo. Hay que vivir estando despiertos y con comprensión.
Vienes a verme en busca de conocimiento, quieres fórmulas fijas para poder aferrarte a ellas. Yo no te las doy. En realidad, si tienes alguna, ¡te la quito! Poco a poco, voy destruyendo tus convicciones y, poco a poco, te voy volviendo cada vez más indeciso; poco a poco te voy volviendo más inseguro. Eso lo único que hay que hacer. ¡Esto es lo único que tiene que hacer un Maestro! Dejarte completamente libre. Totalmente libre, con todas las posibilidades abiertas, sin nada fijo… tendrás que estar despierto, no puedes hacer nada más.
Esto es lo que llamo comprensión. Si comprendes, la inseguridad es una parte intrínseca a la vida, y está bien que sea así, porque transforma la vida en libertad, la convierte en una sorpresa constante. Nunca se sabe lo que va a suceder. Te mantiene permanentemente maravillado. No lo llames incertidumbre, llámalo prodigio. No lo llames inseguridad, llámalo libertad.
¿Qué es el coraje?

En principio no hay mucha diferencia entre una persona cobarde y una valiente. La única diferencia es que el cobarde escuchasus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y continúa su camino. La persona valiente se adentra en lo desconocido a pesar de todos los miedos.

EL TAO DEL CORAJE

La vida no escucha tus razonamientos; va por su propio camino sin detenerse. Tú tienes que escuchar a la vida, la vida no va a escuchar tus razonamientos, no le interesan tus disquisiciones.

Cuándo vas por la vida, ¿qué te encuentras? Se acerca una gran tormenta, y los árboles grandes se caen. Deberían sobrevivir, según Charles Darwin, porque son los más aptos, los más fuertes, los más poderosos. Fíjate en un viejo árbol de ocho metros de altura y trescientos años. La misma presencia del árbol da fuerza, da sensación de fuerza y poder. Hay millones de raíces que se han extendido por la tierra, profundizando para que el árbol esté de pie con todo su poder. El árbol, por supuesto, lucha, no quiere claudicar, no quiere rendirse... pero cae durante la tormenta, muere, ya no está vivo y toda la fuerza que tenía se ha ido. La tormenta ha sido demasiado, la tormenta siempre es demasiado, porque viene de la totalidad y el árbol sólo es individual.

También hay plantas pequeñas y hierba corriente; cuando llega la tormenta la hierba cede, por eso la tormenta no puede hacerle daño. Como mucho la limpiará bien, nada más; arrastrará toda la tierra que se haya ido acumulando sobre la hierba. La tormenta le da una buena ducha, y cuando se acaba, las pequeñas plantas y las hierbas están de nuevo bailando felices. La hierba casi no tiene raíces, hasta un niño la puede arrancar, pero ha vencido a la tormenta. ¿Qué ha ocurrido?

La hierba ha seguido el camino del Tao, el camino de Lao Tzu, y el árbol ha seguido el camino de Charles Darwin El gran árbol era muy racional: intentó resistirse, intentó demostrar su fuerza. Si intentas demostrar tu fuerza, serás derrotado. Todos los Hitlers, Napoleones y Alejandros son árboles grandes, fuertes. Serán derrotados. Los Lao Tzus son pequeñas plantas: nadie las puede derrotar porque siempre están dispuestas a ceder. ¿Cómo vas a derrotar a alguien si está dispuesto a ceder, si dice: «Ya me has derrotado», si dice: «Señor, disfrute de su victoria, no hace falta que se moleste, ya me ha vencido»? Incluso un Alejandro se sentiría inútil delante de un Lao Tzu no podría hacer nada. Esto es exactamente lo que sucedió...

continua

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La vida

La vida es corta, la energía limitada, muy limitada. Y con esta energía limitada tenemos que encontrar lo ilimitado; en esta corta vida tenemos que encontrar lo eterno. ¡Una gran tarea, un gran reto! Así que, por favor, no te preocupes por cosas sin importancia.
¿Qué es importante y qué no lo es? Según la definición de todos los Budas, lo que la muerte se puede llevar no es importante y lo que no se puede llevar lo es. Recuerda esta definición, que sea tu piedra de toque. Puedes valorar instantáneamente cualquier cosa con ella.
¿Has visto la piedra de toque con la que se prueba el oro? Que esta sea la piedra de toque para discernir lo que es importante: ¿te lo va a quitar la muerte?, entonces no es importante. El dinero no es importante; es útil, pero no es importante. El poder, el prestigio, la respetabilidad; la muerte se lo llevará todo, así que ¿por qué armar tanto alboroto por ello los pocos días que estás aquí? Esto es una caravana, una parada nocturna; por la mañana nos vamos.
Recuerda, sólo lo que te puedas llevar al dejar el cuerpo es importante. Eso significa que, excepto la meditación, nada es importante; excepto la consciencia, nada es importante, porque la consciencia es lo único que la muerte no se puede llevar. Todo lo demás se lo puede llevar porque todo lo demás viene de afuera. Sólo la consciencia mana desde dentro: no se te puede quitar. Tampoco las sombras de la consciencia: la compasión y el amor, se te pueden quitar; son partes intrínsecas de la consciencia.
Te llevarás contigo sólo la consciencia que hayas alcanzado; y esa es tu verdadera riqueza.
Osho-The Book of Wisdom. Discurso 21
Osho- Los Misterios de la Vida
Pág.25

Amados míos. La mente de las personas está enferma, está herida. Ya no es un centro sano, se ha convertido en una úlcera enferma. Por eso toda vuestra atención se dirige hacia ella. Quizá no os hayáis dado cuenta de que cuando una parte del cuerpo está enferma, toda nuestra atención se dirige hacia esa parte.
Sólo eres consciente de la pierna cuando te duele; si no te duele, no eres consciente en absoluto. Si tienes una herida en la mano, te das cuenta de que existe; si no tienes ninguna herida, ni siquiera la notas. No hay duda de que, de una forma u otra, vuestra mente se ha puesto enferma, porque sólo sois conscien­tes de ella y no sois conscientes de nada más durante las veinti­cuatro horas del día.
Cuanto más sano está el cuerpo, menos lo sientes. Sólo sien­tes la parte que está enferma. Y la única parte del cuerpo que sientes ahora es tu cabeza. Tu consciencia sólo gira alrededor de la cabeza, sólo conoce la cabeza, sólo reconoce la cabeza. Nadie puede ir al centro de su vida mientras no se libre de esta herida, mientras no se libre de este estado mental tenso e inquieto. Por eso, hoy vamos a hablar de ese estado que es la mente, y de cómo cambiarlo.
En primer lugar, debes entender claramente ese estado que es la mente. Si te sientas solo durante diez minutos y escribes sinceramente en un papel todos los pensamientos que pasan por tu mente, no desearás enseñarle este papel ni siquiera a tu amigo más querido, porque verás que hay pensamientos tan dis­paratados que ni tú ni nadie habría esperado algo así. Te darás cuenta de que hay pensamientos tan irrelevantes, inútiles y con­tradictorios que creerás que te has vuelto loco.
Si escribes sinceramente durante diez minutos cualquier cosa que te venga a la mente, te sorprenderás de lo que sucede ahí. Te preguntarás si estás cuerdo o si estás loco. Nunca contemplas tu mente durante diez minutos para ver qué es lo que está sucediendo ahí, o quizá no lo hagas porque ya sabes lo que está sucediendo. Probablemente, tengas miedo.
Por eso la gente tiene miedo de estar sola y busca compañía durante las veinticuatro horas del día; quieren encontrarse con sus amigos, ir a algún centro de reuniones o cualquier otra cosa y si no encuentran a nadie, empezarán a leer el periódico o es­cucharán la radio. Nadie quiere estar solo, porque en cuanto estás solo empiezas a descubrir tu verdadero estado.
Cuando hay alguien presente te entretienes relacionándote con él y no eres consciente de ti mismo. La búsqueda del otro no es más que la búsqueda de una oportunidad para huir de ti mismo. La razón fundamental de que te interesen los de­más es que tienes miedo de ti mismo, y sabes muy bien que si te conoces a fondo te darás cuenta de que estás completamente loco. Para huir de este estado, el hombre busca compañía, bus­ca compañeros, busca un amigo, busca la sociedad, busca la multitud.
Osho- El Libro del Hara
Cap. Conocer la Mente
Págs.85,86

Segunda pregunta:
¿Cuál es la diferencia entre conocimiento y sabiduría y comprensión?

Hay mucha diferencia… y la diferencia no es cuantitativa, es cualitativa. El conocimiento es una creencia. El conocimiento es la experiencia de otro, no tu propia experiencia. Te dicen que hay un Dios y tú lo crees. Eso es conocimiento. Un joven puede tener muchos conocimientos; no hay ningún problema. Necesitas una buena memoria, necesitas esforzarte un poco. Algún día, los ordenadores podrán hacerlo: llevarás un ordenador en tu bolsillo y no tendrás necesidad de cargar tu cabeza con bibliotecas de libros; el ordenador almacenará todo el conocimiento. Recuérdalo: pronto los ordenadores reemplazarán todos tus conocimientos. El pandit desaparecerá del mundo; el ordenador ocupará su lugar. Y digo “su” a propósito, intencionadamente, porque un pandit es una máquina, no un hombre. Eso es todo lo que has estado haciendo con el cerebro: alimentarlo con información.
Todo conocimiento es prestado. Otros lo han experimentado y tú crees que debe de ser cierto. La sabiduría llega a través de tu propia experiencia. “Conocimiento” equivale a “acumular”; la sabiduría también es acumular. Pero el conocimiento es acumular las experiencias de otros mientras que “sabiduría” es acumular tus propias experiencias. Un joven nunca puede ser sabio. Puede ser erudito, pero para ser sabio se necesita tiempo. Las personas de más edad son sabias porque han tenido que pasar por experiencias. Puede que hayas leído muchos libros sobre el amor y puede que sepas mucho sobre él –lo que otros han dicho sobre él- pero para conocer el amor tendrás que experimentarlo, lo cual te llevará tiempo. Para cuando sepas algo sobre el amor tu adolescencia, tu juventud, habrán pasado. Serás viejo, pero sabio.
La vejez es sabia; la juventud puede ser erudita. La sabiduría es la acumulación de las propias experiencias; el conocimiento es la acumulación de las experiencias de los demás.
Y entonces, ¿qué es comprensión? La comprensión no es acumulativa. ¿Qué diferencia hay entre creer en la experiencia de otro y creer en la tuya propia? Esa experiencia procede del pasado. Ha dejado de ser actual y, mientras, tú has cambiado mucho. Todos estamos cambiando a cada momento. Un anciano que diga: “En mi juventud experimenté esto”, está hablando de otro porque él ya no es él mismo.
La sabiduría se encuentra algo más cercana que el conocimiento, pero no muy próxima la comprensión no es acumulativa; ni acumulas las experiencias de otros ni tu propia experiencia. No necesitas acumular, sino que creces. La comprensión es siempre fresca; la sabiduría ha acumulado algo de polvo y vejez, la sabiduría pertenece siempre al pasado, a tu propio pasado. El conocimiento también es del pasado…, del pasado de otros. Pero, en resumen, ¿en qué se diferencian?... Porque tu propio pasado está lejos de ti como el pasado de cualquier otro; ya no eres el mismo. A cada momento el río está fluyendo –dice el viejo Heráclito- y no puedes adentrarte dos veces en el mismo río. No puedes recorrer dos veces tu propia juventud; has acumulado algo a través de tu experiencia y es tuyo.
El conocimiento puede ser eliminado al igual que la sabiduría. Pueden ser eliminados de tu cerebro, eliminados completamente de tu mente. La comprensión nunca puede ser eliminada de tu cerebro; no es parte de él, no es acumulativa. Todo lo acumulativo es acumulado en el cerebro, pero la comprensión forma parte de tu ser; no puede ser eliminada. A Buda no puedes hacerle un lavado de cerebro; en realidad, él mismo se lo ha hecho ya, él mismo se ha limpiado. ¿Cómo vas a limpiarlo tú? Él no acumula; vive momento a momento. Viviendo, su ser crece. Si viviendo tu conocimiento aumenta, es sabiduría; si viviendo, tu ser crece, es comprensión; y si sin vivir, sigues acumulando, es conocimiento.
La comprensión es el verdadero florecimiento de tu ser. Un hombre de comprensión es como un espejo. Un espejo no acumula nada; un espejo vive siempre en el presente inmediato: refleja todo lo que surge ante él.
Tú me preguntas. Tu pregunta puede ser contestada utilizando mi conocimiento, es decir, la experiencia de los demás. Tu pregunta puede ser contestada utilizando mi sabiduría; mi propia experiencia. Tu pregunta puede ser contestada utilizando mi comprensión; entonces soy simplemente un espejo, simplemente respondo. Tú me preguntas –te pones delante del espejo que yo soy- y yo te respondo. Por eso, un hombre de comprensión siempre se sentirá contradictorio, incoherente; ¿cómo va a evitarlo? No carga con el pasado; sus respuestas no surgen de su pasado, sus respuestas están surgiendo en este mismo momento de su ser. Y a cada instante el mundo cambia; es un flujo. ¿Cómo puede servir entonces una antigua respuesta? Aunque las palabras parezcan viejas, la respuesta no puede ser vieja.
La comprensión no es repetitiva ni acumulativa. La sabiduría es acumulativa, repetitiva. El conocimiento es acumulativo, repetitivo. El conocimiento es pura creencia; la sabiduría contiene un poco de experiencia; la comprensión es totalmente diferente. Es tu presencia, tu presencia especular. Es una respuesta.
Las personas mayores pueden ser sabias; los jóvenes pueden ser eruditos; sólo los niños pueden comprender. Ése es el significado del dicho de Jesús: “Sólo aquellos que sean como niños podrán entrar en mi reino de Dios”. Cuando seas como un niño, fresco, sin cargar con ningún pasado, sin cargar con respuestas prefijadas, sin cargar con respuesta alguna…, tan sólo un profundo vacío. Entonces algo resuena en ti.
Alguien te hace una pregunta… desde tu memoria no surge contestación alguna, de tu experiencia no surge contestación alguna; tu contestación es una respuesta a este momento. La comprensión siempre es desde el aquí y ahora. La comprensión es lo más hermoso que puede sucederle a una persona. Despréndete del conocimiento y luego despréndete también de la sabiduría. No creas en la experiencia de los demás ni creas en tus propias experiencias… porque pertenecen al pasado. Ya no estás allí; las experiencias han desaparecido. Todo ha continuado fluyendo; el río ha pasado bajo mil y un puentes y ya no es el mismo río aunque lo veas fluir. No es el mismo río; constantemente está cambiando. Todo está cambiado excepto el hecho del cambio. El cambio es el único factor permanente…, así que ¿cómo puedes confiar en el pasado? Si confías en él, siempre te perderás el presente.
Los ancianos, los sabios, siempre están dispuestos a aconsejar a los demás. Están rebosando consejos y nadie los escucha… eso es bueno. Nunca los escuches, porque nunca vivirás las mismas experiencias que ellos han vivido. El río nunca será el mismo de nuevo. Si sigues sus consejos te volverás falso, artificial, no-auténtico; serás una mentira.
Y tampoco escuches nunca a tu propia experiencia porque también estás envejeciendo a cada día. El ayer siempre te estará dando consejos. Surge una nueva situación y el ayer aparece. El ayer –el viejo dentro de ti- dice: “Éste es mi consejo: haz esto. Ayer lo hice y resultó bien, funcionó y tuviste éxito”. No escuches al viejo que hay en ti.
¡Mantente atento! Sé plenamente consciente de la situación. Y no reacciones; responde.
Si todo es nuevo, deja que tu respuesta también sea nueva. Sólo lo nuevo puede encontrarse con lo nuevo, sólo lo nuevo puede resolver lo nuevo, sólo con lo constantemente fresco y nuevo permanecerás vivo y serás fiel a la vida.
Osho-Tao Los Tres Tesoros Vol.III

Toma decisiones

Sólo al tomar decisiones te vuelves más y más consciente, sólo al tomar decisiones te vuelves más y más maduro y sólo al tomar decisiones te vuelves más astuto. De otra manera uno se vuelve insulso.

La gente va de un gurú a otro, de un maestro a otro, de un templo a otro — no porque sean grandes buscadores sino porque son incapaces de tomar decisiones. Así que van de uno a otro. Esta es su maneraa de evitar el compromiso.

Lo mismo ocurre con otras relaciones humanas: un hombre va de una mujer a otra, continúa cambiando. La gente piensa que es un gran amante; no es un amante en lo absoluto. Él está evitando, él está intentando evitar el involucrarse profundamente, porque cuando te involucras profundamente tienes que enfrentarte a problemas, y tienes que pasar por mucho dolor. Luego uno simplemente juega a lo seguro; uno se asegura de no involucrarse profundamente con nadie. Si te involucras muy profundamente, no serás capaz de volver con facilidad. Y si te involucras profundamente con alguien, este alguien también se involucrará profundamente contigo; siempre va en proporción. Si me involucro profundamente contigo, la única manera es permitirte que vayas igual de profundo conmigo. Es un toma y daca, es compartir. Entonces te puedes involucrar demasiado, y será difícil escapar y el dolor puede ser enorme. Así pues la gente aprende a jugar a lo seguro: encontrándose sólo en la superficie — historias de amor en toccata y fuga. Antes de que te atrapen, corres.

Esto es lo que está ocurriendo en el mundo moderno. La gente se ha vuelto tan infantil, tan aniñada; ha perdido toda su madurez.



Y la madurez aparece sólo cuando estás listo para enfrentarte al dolor de tu ser; la madurez viene sólo cuando estás dispuesto a afrontar el reto. Y no hay mayor reto que el amor.

Vivir en armonía con otra persona es el mayor reto del mundo. Es muy fácil vivir en paz cuando estás solo, es muy difícil vivir en paz con alguien más, porque es el encuentro y también el enfrentamiento de dos mundos... totalmente diferentes. ¿Por qué se atraen el uno al otro? Porque son totalmente diferentes, casi opuestos, polos opuestos.

Es muy difícil sentirse en paz en una relación, pero ese es el reto. Si escapas de él, escapas de la madurez. Si te sumerges en él con todo el dolor, y continúas sumergiéndote, entonces poco a poco el dolor se convierte en una bendición, la maldición se convierte en una bendición.


Poco a poco, a través del conflicto, de la fricción, llega la cristalización. El conflicto te vuelve más alerta, más consciente.

El otro se convierte en un espejo para ti. Puedes ver tu fealdad en el otro. El otro provoca tu inconsciencia, la trae a la superficie.


Tendrás que conocer todas las partes escondidas en tu interior y la forma más fácil es viéndolas a través de un espejo, reflejadas, en una relación.

La forma más fácil, la llamo yo, pues de hecho no hay otra forma — pero es dura. Es dura, difícil, porque tendrás que transformarte con ella.

Cuando llegas a un Maestro se presenta ante ti un reto aún mayor: tienes que decidir, y la decisión es acerca de lo desconocido, y ha de ser total y absoluta, irreversible. No es un juego de niños; es un punto sin retorno. Despertará un gran conflicto en tu interior. Pero no sigas cambiando de Maestro continuamente porque esta es la manera en la que evitas mirar en tu interior. Y permanecerás suave, infantil. La madurez no se producirá en tu interior.

Sólo lo desconocido puede llamarte porque es algo que no has vivido todavía; no te has adentrado en ese territorio. ¡Avanza! Algo nuevo puede ocurrir ahí.


Decide siempre a favor de lo desconocido, cualquiera que sea el riesgo, y crecerás continuamente.

Pero si continúas decidiendo a favor de lo conocido, te mueves en círculo con el pasado una y otra vez. Continúas repitiendo lo mismo, como si fueras un disco en un gramófono.

Y decide. Cuanto antes lo hagas, mejor. El posponer es simplemente estúpido. Mañana también tendrás que decidir, así que ¿por qué no hoy? ¿Acaso crees que mañana serás más sabio que hoy? ¿Crees que mañana estarás más vivo que hoy? ¿Crees que mañana será más joven que hoy, más fresco que hoy?

Mañana serás más viejo, tendrás menos valor; mañana tendrás más experiencia, serás más astuto; mañana la muerte estará más cerca; empezarás a temblar y sentirás más miedo. Nunca pospongas para mañana. ¿Y quién sabe? El día de mañana puede llegar o no. Si tienes que decidir, debes hacerlo ahora.

El ego no se siente bien, a gusto, con montículos; quiere montañas. Incluso si es una desdicha, no debería ser un montículo, debería ser un Everest. Aunque es desdichado, el ego no desea ser ordinariamente desdichado; desea ser ¡extraordinariamente desdichado!

La gente sigue y sigue creando grandes problemas de la nada. ¡He hablado con miles de personas sobre sus problemas y aún no he dado con un verdadero problema! Todos los problemas son falsos... los creas porque sin problemas te sientes vacío. No hay nada que hacer, nada contra qué luchar, ningún lugar a dónde ir. La gente va de un gurú a otro, de un maestro a otro, de un psicoanalista a otro, de un grupo de encuentro a otro, porque si no van, se sienten vacíos, y de pronto sienten que la vida no tiene significado. Creas problemas de modo que puedas sentir que la vida es un gran trabajo, un crecimiento, y tienes que luchar duro.

El ego sólo puede existir cuando lucha, recuerda... cuando lucha. Y si te digo, "Mata tres moscas y te iluminarás", no me creerías. Dirás, "¿Tres moscas? Eso no parece ser mucho. ¿Y me iluminaré? Eso no parece ser probable". Si te digo que tendrás que matar setecientos leones, por supuesto ¡eso sí tendrá más sentido! Cuanto mayor es el problema, mayor es el desafío... y con el desafío el ego aparece, vuela alto. Tú creas los problemas. Los problemas no existen.

Los sacerdotes y los psicoanalistas y los gurúes, son felices porque su negocio entero existe gracias a ti. Si no creas montículos de la nada y no conviertes tus montículos en montañas, ¿qué sentido tiene que los gurúes te estén ayudando? Primero tienes que estar en forma para ser ayudado.

Los verdaderos maestros han estado diciendo algo más. Han estado diciendo, "Por favor mira lo que estás haciendo, qué disparate estás haciendo. Primero creas un problema, luego vas en busca de una solución. Sólo mira por qué estás creando el problema, justo exactamente al comienzo, cuando estás creando el problema, está la solución ¡no lo crees!" Pero eso no te atraerá porque entonces de repente eres arrojado de vuelta a ti mismo. ¿Nada que hacer? ¿Ninguna iluminación? ¿Ningún satori? ¿Ningún samadhi? Y estás profundamente inquieto, vacío, intentando atiborrarte con lo que sea.

Tú no tienes ningún problema; solamente esto tiene que ser entendido. En este mismo momento puedes soltar todos los problemas porque son tus creaciones. Dale otra mirada a tus problemas: entre más profundo mires, más pequeños parecerán. Continúa mirándolos y poco a poco empezarán a desaparecer. Continúa mirando fijamente y de pronto encontrarás que hay vacío... un hermoso vacío te rodea. Nada que hacer, nada que ser, porque ya eres eso.

La iluminación no es algo para ser alcanzado, es sólo para ser vivida. Cuando digo que alcancé la iluminación, simplemente me refiero a que decidí vivirla. ¡Ya es suficiente! Y desde entonces la he vivido. Es una decisión el que ahora no estás interesado en crear problemas, eso es todo. Es una decisión el que ahora has acabado con todo este absurdo de crear problemas y de encontrar soluciones.

Todo este absurdo es un juego que estás jugando contigo mismo: tú mismo te estás ocultando y tú mismo te estás buscando, eres ambas partes. ¡Y lo sabes! Por eso es que cuando lo digo, sonríes, te ríes. No estoy hablando de algo ridículo; tú lo entiendes. Te estás riendo de tí mismo. Sólo obsérvate al reír, sólo mira tu propia sonrisa; ¡tú la entiendes! Tiene que ser así porque es tu propio juego: estás escondiéndote y esperándote para poder buscarte y encontrarte.

Puedes encontrarte ahora mismo porque eres túel que se está escondiendo. Por eso es que los maestros Zen continúan golpeando. Siempre que alguien llega y dice, "Me gustaría ser un buda," el maestro se enoja mucho. Porque está preguntando algo absurdo, él es un buda. Si Buda viene a mí y pregunta cómo ser un buda, ¿qué se supone que yo haga? Golpearé su cabeza. ¿"A quién crees que estás engañando? ¡Eres un buda!".

No te crees un problema innecesario. Y la comprensión amanecerá en ti si observas cómo haces un problema más y más y más grande, cómo lo haces girar, y cómo ayudas a que la rueda se desplace más rápido, más rápido y más rápido. Entonces de pronto estás en la cima de tu desdicha y estás necesitando la compasión de todo el mundo.

El ego necesita algunos problemas. Si entiendes esto, en el entendimiento mismo las montañas se convierten en montículos otra vez, y entonces también los montículos desaparecen. De pronto hay vacío, vacío puro en todas partes. De esto se trata la iluminación: una profunda comprensión de que no hay problema. Entonces, sin ningún problema para solucionar, ¿qué harás? Inmediatamente empiezas a vivir. Comerás, dormirás, amarás, tendrás una charla, cantarás, bailarás. ¿Qué más hay que hacer? ¡Te has convertido en un dios, has empezado a vivir!

Si la gente puede bailar un poco más, cantar un poco más, estar un poco más loca, su energía fluirá más, y sus problemas poco a poco desaparecerán. De ahí que insisto tanto en la danza. Baila hasta el orgasmo; deja que toda la energía se convierta en danza, y de pronto verás que no tiene cabeza alguna. La energía atorada en la cabeza se está moviendo por todas partes, creando hermosos patrones, imágenes, movimiento. Y cuando bailas llega un momento en que tu cuerpo deja de ser algo rígido, se vuelve flexible, fluyendo. Cuando bailas viene un momento en que el límite ya no está tan claro; te derrites y te fundes con el cosmos, los límites se están mezclando. Entonces no creas ningún problema.

Vive, baila, come, duerme, haz las cosas tan totalmente como sea posible. Y recuerda una y otra vez: siempre que te veas creando cualquier problema, escúrrete de él, inmediatamente.

Pensar «soy la mente», es inconsciencia. Debes saber que la mente sólo es un mecanismo, como lo es el cuerpo; debes saber que la mente está separada. Viene la noche y después viene la mañana; y tú no te identificas con la noche. No dices: «Soy la noche»; y tampoco dices: «Soy la mañana». Viene el día y después vuelve la noche; la rueda continúa girando, pero tú te das cuenta de que no eres estas cosas. Lo mismo ocurre con la mente. Aparece la ira pero tú te olvidas : te conviertes en ira. Viene la avaricia y te olvidas: te conviertes en avaricia. Se presenta el odio y te olvidas: te conviertes en odio. Eso es inconsciencia. Conciencia es darse cuenta de que la mente está llena de avaricia, llena de ira, llena de odio o llena de lujuria, pero tú sólo eres un observador. Entonces puedes ver cómo surge la avaricia y se convierte en una gran nube oscura que después se dispersa; y tú no has sido tocado. ¿Cuánto tiempo pueden quedarse? Tu ira es momentánea, tu avaricia es momentánea, tu lujuria es momentánea. Simplemente observa y te quedarás sorprendido: vienen y se van. Y tú permaneces allí, intocado, fresco, tranquilo.

La cosa más básica a recordar es que cuando te sientas bien, en un estado de éxtasis, no debes pensar que va a ser un estado permanente. Vive el momento tan alegremente, tan animadamente como puedas, sabiendo muy bien que ha venido y se irá, como la brisa que entra en tu casa, con toda su fragancia y frescor, y sale por la otra puerta. Esto es lo más fundamental. Si piensas que puedes hacer que tus momentos de éxtasis sean permanentes, ya has empezado a destruirlos.

Cuando vengan, agradéselos; cuando se vayan, siéntete agradecido a la existencia. Permanece abierto. Ocurrirá muchas veces; no enjuicies, no seas un elector. Permanece libre de elecciones. Sí, habrá momentos en los que te sentirás desgraciado. ¿Y qué? Hay personas que se sienten desgraciadas y no han conocido ni un momento de éxtasis; tú eres afortunado. Incluso en medio de tu desgracia, recuerda que no va a ser permanente; también pasará, por eso no dejes que te altere demasiado. Permanece sereno.

Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza; acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, son la naturaleza misma de las cosas. Y simplemente eres un observador: no te conviertes ni en la felicidad ni en la desgracia. La felicidad viene y se va, la desgracia viene y se va. Pero hay algo que siempre está allí —siempre y en todo momento — y ése es el observador, el testigo.

Poco a poco ve centrándote más en el observador. Vendrán días y vendrán noches…vendrán éxitos y fracasos… vendrán vidas y vendrán muertes. Pero si permaneces centrado en el observador — porque es la única realidad en ti— todo es un fenómeno pasajero.

Sólo por un momento trata de sentir lo que te digo: simplemente sé un testigo. No te aferres a ningún momento porque es hermoso ni alejes de ti ningún momento porque es desgraciado. Deja de hacer eso. Lo has estado haciendo durante vidas enteras. Nunca has tenido éxito hasta ahora y nunca lo tendrás, jamás. El único modo de ir más allá, de permanecer más allá, es encontrar el lugar desde el que puedes observar todos estos fenómenos cambiantes sin identificarte.

Te contaré una antigua historia sufí.

Un rey dijo a los sabios de la corte: —Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total. Tiene que ser muy pequeño de manera que quepa escondido debajo del diamante del anillo.

Todos ellos eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados. Pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudiera ayudar en momentos de desesperación total era difícil. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que era casi como su padre; también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por él. El anciano dijo: —No soy un sabio, ni un erudito, menos un académico; pero conozco el mensaje, porque sólo hay un mensaje. Y esa gente no te lo puede dar; sólo puede dártelo un místico, un hombre que haya alcanzado la realización. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente y en una ocasión me encontré con un místico.

Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento por mis servicios, me dio este mensaje —y lo escribió en un papel, lo dobló y se lo dió al rey—. No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Y ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos le perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Y llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: del otro lado había un precipicio y un profundo valle. Caer por él sería el fin. No podía volver, el enemigo le cerraba el camino y ya podía oír el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante, y no había ningún otro camino…

De repente se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: «Esto también pasará».

Mientras leía «esto también pasará» sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Y aquello pasó. Todas las cosas pasan; nada permanece en este mundo. Los enemigos que le perseguían se deben haber perdido en el bosque, deben haberse equivocado de camino; poco a poco dejó de oír el trote de los caballos.

El rey se sentía tremendamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, lo volvió a poner en el anillo, reunió a su ejército y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes,… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: —Este momento también es adecuado: vuelve a mirar al mensaje.

—¿Qué quieres decir? —Preguntó el rey—. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

—Escucha —dijo el anciano—, esto es lo que me dijo el santo: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso; no sólo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: «Esto también pasará», y de repente la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que se regocijaba, que celebraba, que bailaba… pero el orgullo, el ego había desaparecido. Todo pasa.

Pidió al anciano sirviente que viniera a su carro y se sentara junto a él. Le preguntó: -¿Hay algo más? Todo pasa… Tu mensaje me ha sido de gran ayuda.

—La tercera cosa que dijo el santo es: «Recuerda que todo pasa. Sólo quedas tú; tú permaneces por siempre como testigo».

Todo pasa, pero tú permaneces. Tú eres la realidad; todo lo demás sólo es un sueño. Hay sueños muy hermosos, hay pesadillas… pero no importa que se trate de un sueño precioso o de una pesadilla; lo importante es la persona que está viendo el sueño. Ese que ve es la única realidad.

Ciertamente, cambia tu química, cambia tus ondas cerebrales, cambia tu inteligencia; te vuelves más inteligente. Las partes de tu mente que habían estado durmiendo, de repente se despiertan. La risa llega hasta lo más profundo de tu cerebro, de tu corazón. Un hombre de risa no puede sufrir un ataque al corazón. No es posible que un hombre de risa se suicide. Un hombre de risa llega automáticamente a conocer el mundo del silencio, porque cuando la risa cesa, súbitamente hay silencio. Y cada vez que la risa se hace más profunda es seguida de un silencio más profundo.


Ciertamente te aclara –de las tradiciones, de la basura del pasado—.


Te da una nueva visión de la vida. Te vuelve más vivo y radiante, más creativo.


Ahora, hasta la ciencia médica dice que la risa es una de las medicinas más penetrantes con que la naturaleza ha provisto al hombre. Si puedes reír cuando estás enfermo recuperarás antes la salud. Aun cuando estés sano, si no puedes reír, antes o después perderás tu salud y te pondrás enfermo. La risa saca una porción de tus energías desde tu fuente interior hasta la superficie. La energía comienza a fluir, sigue a la risa como una sombra. ¿Lo has observado?: cuando te ríes de verdad, durante esos pocos momentos estás en un profundo estado meditativo. El pensamiento se detiene. Es imposible reír y pensar a la vez. Son cosas diametralmente opuestas: o puedes reír o puedes pensar…


En unos pocos monasterios zen todo monje ha de iniciar la mañana riendo y ha de concluir la noche riendo: ¡lo primero y lo último!. Inténtalo. Es muy hermoso…


Será difícil; si eres un marido o una esposa te será difícil ponerte a reír de repente por la mañana temprano. Pero inténtalo, es muy provechoso. Es uno de los más hermosos talantes con que puede uno despertarse, con que puede uno levantarse de la cama. ¡Sin nin¬guna razón!, porque no hay razón ninguna. Simplemente estás ahí otra vez, todavía vivo; es un milagro. Parece ridículo: ¿por qué estás vivo? Y el mundo está nuevamente ahí. Tu esposa todavía está roncando, y es la misma habitación y la misma casa. En este mundo continuamente cambiante… al menos por una noche nada ha cambiado. Todo está ahí: puedes oír al lechero, y el tráfico ya circula, y los mismos ruidos… ¡Vale la pena reírse!…


Contempla la ridiculez de toda la situación… y ríete a gusto. No abras los ojos. Tan pronto sientas que el sueño se ha ido, primero comienza a reír, después abre los ojos; y eso establecerá una ten¬dencia para todo el día. Si puedes reírte por la mañana temprano te reirás durante todo el día. Has creado un efecto concatenado: una cosa conduce a la otra, la risa provoca más risa. Y casi siempre he visto a la gente hacer justamente lo contrario. Desde bien temprano por la mañana se levantan de la cama quejándose, pesimistas, tristes, deprimidos, miserables. Entonces una cosa conduce a la otra –y por nada–, y se enfadan. Es algo muy malo porque cambia tu talante durante el resto del día, establece una pauta para todo el día…


El monje zen se va a dormir por la noche nuevamente con risas. El día ha concluido, nuevamente se cierra el teatro. Con su risa dice: «Adiós; y si nuevamente sobrevivo, nuevamente te saludaré con risas mañana por la mañana». ¡Inténtalo! Comienza y concluye tu jornada con risas y ya verás: poco a poco, entremedias de estas dos risas comenzará a haber más y más risa. Y cuanto más te conviertas en risa, más religioso serás”.


Osho, De la medicación a la meditación


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Osho nos habla de la espiritualidad:


1.- ..De eso es de lo que trata la espiritualidad. Del vivir la muerte intensamente, del vivir la vida con intensidad,del vivir ambos tan apasionadamente que nada quede atrás sin ser vivido, ni incluso la muerte.

2.-La risa es la esencia misma de la religión. La seriedad nunca es religiosa, no puede ser religiosa. La seriedad es del ego, parte de la enfermedad misma. La risa es la ausencia de ego.


Sí, hay una diferencia cuando tú ríes y cuando ríe un hombre religioso. La diferencia es que tú siempre te ríes de otros y el hombre religioso se ríe de sí mismo, o de toda la ridiculez humana.


La religión no puede ser sino una celebración de la vida; y la persona seria se transforma en un inválido: crea barreras. No puede bailar, no puede cantar, no puede celebrar. La dimensión misma de la celebración desaparece de su vida. Se vuelve como el desierto y si eres un desierto puedes seguir pensando y pretendiendo que eres religioso, pero no lo eres.


Puedes ser un sectario, pero no religioso. Puedes ser un cristiano, un hindú, un budista, un jaino, un musulmán, pero no puedes ser religioso. Crees en algo, pero no sabes nada. Crees en teorías. Un hombre demasiado cargado de teorías se vuelve serio. Un hombre que no tiene cargas, que no agobie su ser con teorías, comienza a reírse.


3.-La risa relaja. Y la relajación es espiritual. la risa te devuelve a la tierra, de hacer descender de tus estúpidas ideas sobre el ser-más-santo-que-tú. La risa de lleva a la realidad tal y como es. El mundo es un juego de Dios, una broma cósmica. Y a menos que la comprendas como una broma cósmica nunca serás capaz de comprender el misterio supremo.

Estoy a favor de todas las bromas, estoy a favor de la risa.


Estamos tan apegados a nuestro sufrimiento que reímos, generalmente, sólo como una liberación de la tensión. Pocas veces, muy pocas veces, se ríe sin causa.

No somos capaces de reír, no somos capaces de ser felices; incluso en nuestra risa hay dolor.


Pero la risa es hermosa, es una profunda limpieza, una profunda purificación.


Osho ha ideado una técnica “de la risa”. Practícala cada mañana al levantarte y, dice él, cambiará toda la naturaleza de ese día.


MEDITACION DE LA RISA


Si te levantas riendo, pronto empezarás a sentir lo absurdo de la vida. No hay nada serio, incluso puedes reírte de tus desgracias, de tus sufrimientos, de ti mismo.

Cuándo te levantas por la mañana, antes de abrir tus ojos, estírate como un gato.


Estira cada parte de tu cuerpo. Disfruta con el estiramiento, disfruta al sentir tu cuerpo despertándose, volviendo a la vida.

Después de tres o cuatro minutos de estiramientos, con tus ojos aún cerrados, ríe.


Durante cinco minutos simplemente ríe.


Al principio serás tú el que lo hagas, pero pronto, cuando intentes reír aparecerá una risa genuina.


Piérdete en la risa.


Esta técnica puede llevarte algunos días, antes de que seas capaz de realizarla. No estamos acostumbrados a reír, hemos olvidado cómo hacerlo.


Pero pronto será espontánea. Y entonces, cada mañana, ¡Disfruta

martes, 1 de septiembre de 2009

¿Cuál es la diferencia entre ciencia y religión?

La Ciencia descubre, el arte inventa, la religión hace ambas cosas. La verdadera religión descubre, la pseudo religión inventa. Al pasar el tiempo es la psuedo religión ha prevale-cido sobre la mente humana. No es nada sino ficción Está más cerca del arte y absolutamente en contra de la ciencia. Por eso no ha habido conflicto entre arte y reli-gión. Ambos estaban profundamente haciendo lo mismo.
El arte estaba objetivamente inventando y la así llamada “religión” fue inventando subjeti-vamente. Podrían ir juntos muy fácilmente, pues su juego es el mismo, juntan sus manos por todo el mundo. El arte ha servido a la llamada religión por siglos: las hermosas igle-sias, templos, sinagogas...no hicieron nada por años sino servir a la religión
Si Uds. vieran los templos de Khajuraho, en India...
Una vez hubo miles de templos en ese lugar, ahora hay sólo ruinas allí, pero 20 o 30 templos permanecen intactos.
Hay tanto arte en cada ángulo y esquina. Debe haber tomado cientos de años para miles de escultores hacer un templo.
Uds. no pueden encontrar ni una pulgada de espacio en todo el templo que no haya sido creada artísticamente. Un templo tiene miles de estatuas en el exterior y lo mismo en los otros 20 o 30 templos e igual debe ser en las ruinas de los otros miles
Aún en las ruinas se puede encontrar tesoros de arte. No creo que haya un lugar en el mundo en que se haya creado algo más bello en piedra.
La Naturaleza de cada templo es casi la misma. Afuera, en la pared externa está lo que se llama “estatuas de los hombres mithum”, hombre y mujeres desnudos, amando, ha-ciendo el amor, en todas las posturas imaginables o que uno pudiera soñar. La única postura que falta es conocida en la India como la postura misionaria. El hombre sobre la mujer: sólo ésta falta ésa, la trajeron los misioneros cristianos. De otra forma la sola idea para la mente de la gente de la India se veía fea... que el hombre estuviera sobre la mu-jer. Parece poco justo la mujer es más frágil y esa bestia está por encima de la bella.*
No, los indios nunca han pensado en esa posición porque la primera vez que la vieron fue con los misioneros cristianos, de otra manera no habrían tenido idea de que así se podía hacer.
Pero excepto por esto, encontrarán toda clase de posiciones porque en india la sexología ha existido por lo menos por 5.000 años.
Las esculturas sexuales más antiguas tienen más de 5.000 años.
El kamasutra de Vatsuyayana. Y en la época en que Vatsuyayana escribió los sutras so-bre el sexo... -kama significa sexo- máximas para el sexo, guía para el sexo, no fue pensado como un acto malo, Vatsuyayana es respetado como uno de los grandes visio-narios de la India y se dice que sólo un visionario como él podía haber entregado esos hermosos sutras.
Ellos revelan la intrincada y misteriosa energía sexual y como se puede transformar.
Estos templos de Khajaraho tienen en su exterior hermosas mujeres y hombres en postu-ras amorosas. Adentro no hay ni una estatua, ni siquiera de Dios. El templo se encuentra vacío.
La idea es que a menos que Uds. pasen por la sexualidad plenamente, en todas sus fa-ses, todas sus dimensiones... a menos que se llegue al instante en que el sexo no tenga significado para Uds... sólo entonces pueden Uds, entrar en el templo.
De otra forma, están fuera del templo, sus intereses están allí.
Esto era un símbolo, que si Uds. están interesados en el sexo, el templo no es para Uds. Pero el mensaje no es en contra del sexo, es la otra muralla del templo, el templo se ha hecho con esto y Uds. tienen que pasar a través de la puerta y seguir más allá y más allá no hay nada sino vacío.
¡Cuántos artistas, decoradores, escultores se emplearon para crear estos miles de tem-plos, una ciudad llena de templos y cuántos años tomó todo eso!. Y esto no es en un solo lugar. Está Ajanta, un grupo de cavernas que crearon los budistas. Toda la montaña y por millas hacia adentro y allí dentro se encuentran las cavernas con ese tremendo tra-bajo artístico, todo es hermoso.
Toda la vida de Buda en piedra... en la primera caverna que se ve, se encuentra el naci-miento de Buda y no son pequeñas cavernitas, cada una es más grande que esta sala. Han sido esculpidas en piedra.
Toda la vida de Buda suavemente presentada en cada caverna y en la última, Buda duerme. La estatua debe ser más grande que esta sala, es el último momento de su vida, cuando dijo a sus discípulos, “si tienen alguna pregunta, háganla ahora, de lo contrario, de lo contrario entraré al sueño eterno por siempre”
El no tenía ni siquiera una almohada, su mano la usaba como almohada ¡Pero tan enor-me estatua es tan bella!.
Están las cavernas de Ellora, también esculpidas en la montaña. Hay templos hindúes en Jagganath Puri, en Konarek. No pueden imaginar lo que el arte ha hecho por siglos. Las bellas catedrales europeas y los grandes artistas como Miguel Angel... ¿Qué estaban ha-ciendo estas gentes? Estaban sirviendo a la religión.
Nunca hubo conflicto en ninguna parte entre la religión y el arte.
Para mí, eso significa que la religión era falsa, ambos: arte y religión, eran ficticios. No había oposición intrínseca, se movían en la misma línea de invención.
Por supuesto el trabajo de los artistas era más auténtico, mucho más sincero que el de los sacerdotes porque lo que inventaban era absolutamente ficción, no había otra razón para esto. Su Dios era ficción, su cielo e infierno eran ficción. Y estas ficciones eran de acuerdo a diferente gente donde la religión existía.
Por ejemplo en Tibet no se encuentra el mismo cielo que en India, obvio. India es un país cálido, de tal forma que el cielo tiene que ser con aire acondicionado. Claro está, esa palabra no existía en ese tiempo, pero la descripción encaja absolutamente con el aire acondicionado. Dice: “24 horas de aire fresco, fragante, como la primavera, nunca es ve-rano, no hay estación lluviosa, nunca hay frío invierno, sólo fresca atmósfera todo el año.”
No mencionan la palabra fresco a la gente del Tibet, pues no es aceptable ni siquiera frescura.
Los escritos tibetanos dicen”: Se debe tomar al menos una vez al año, un baño”
Cuando el Dalai Lama y su gente escaparon del Tíbet a la India, muchos vinieron a ver-me. Los hábitos son difíciles de dejar. No se bañaban o duchaban, aún en India seguían usando la misma ropa que en el Tíbet.
Tuve que decirles “soy muy alérgico a los olores, así que siéntense en la otra esquina de la sala, a menos que aprendan a limpiar su cuerpo y cambiar sus ropas diariamente.
Ellos respondieron “¿diariamente! Pero, si las escrituras religiosas dicen que una vez al año es suficiente!”

Es una ficción distinta en los distintos países.
En los países mahometanos la homosexualidad existía y aún prevalece. Extraño, pero eso muestra un acto significativo de la mente humana, un gran castigo hay para los ho-mosexuales si se es descubierto. tienen que tener esa conducta y no hay menos castigo por eso, aún cuando es una cosa predominante, tanto que en el Corán hay una gran pro-visión en el cielo, hay hermosas mujeres y también hermosos chicos disponibles.
Son todas ficciones accesibles para mentes particulares según el clima, país, sin tener fundamentos reales.
La realidad no es una invención que tiene que ser descubierta. Está allí.
Por eso los científicos descubren, la verdadera religión también descubre. Pero desde ahora, las religiones que existen en el mundo: cristianismo, mahometanismo, judaísmo, hinduismo, que nunca han tenido conflicto con el arte, tienen un tremendo antagonismo con la ciencia. Nadie ha notado el hecho ¿por qué no están en contra del arte y sí están en contra de la ciencia?
Porque con el arte tienen cierta similitud. Pueden usar el arte, pero no la ciencia y no en-cuentran similitud básica.
De hecho, piensan que la ciencia está haciendo lo opuesto.
Están inventando, están creando algo imaginario. Todo el trabajo de la ciencia descubre la verdad, lo real, para lo cual existe.
Ahora, la ciencia continua teniendo éxitos, entonces la pseudo religión se asusta porque ya la ficción no puede sostenerse firme frente a la verdad. No hay como ganar... aún sosteniéndose detrás de la verdad es imposible.
Esta historia, la amo de verdad.
Un día la oscuridad se acercó a Dios y le dijo: ‘’Nunca le he hecho daño al sol, pero sigue torturándome. Donde voy, me alcanza y tengo que huir de ahí. Ni siquiera puedo des-cansar. No es que me esté quejando, pero ya es suficiente. ¿Hasta cuando deberé soportarlo? Y soy absolutamente inocente, nada he hecho en contra del sol y nunca he dicho nada en contra del sol. Es la primera vez que hable de esto.’’
Dios inmediatamente llamó al sol.
El sol estaba callado y Él le preguntó: “¿Por qué torturas y molestas a la oscuridad?”
El sol dijo: ‘’¿De qué me hablas? Nunca me he encontrado con nadie que se llame oscu-ridad’’.
Y Dios miró alrededor y no vio a nadie ¿dónde se había ido la oscuridad? Había desapa-recido. El sol dijo:
‘’Cuando quieras, trae a la oscuridad frente a mí y me disculparé o como Tú digas. Pero no lo sé, tal vez sin darme cuenta, inconscientemente la he herido, por lo menos déjame ver a esa persona... la persona que se queja de mí."
La historia dice que el archivo de este caso en contra del sol todavía está pendiente pues Dios no ha podido traer a las dos partes frente a El. Algunas veces la oscuridad viene, otras el sol llega, pero no ha podido juntarlos a ambos y a menos que las dos partes estén presentes este caso no puede ser resuelto.
¿Cómo puede la oscuridad enfrentar al sol? La oscuridad no existe, es sólo ausencia de luz. De esta forma, dondequiera que se presente la luz, su ausencia no puede existir, no puede permanecer. Y eso es lo que la pseudo religión ha estado haciendo: creando fic-ciones, explotando a la gente... su imaginación, su miedo, su avaricia, su miseria, sufrimiento, pobreza, todo. Pero al momento que la ciencia comienza a descubrir cosas, las religiones se ponen muy alertas para detener a la ciencia en cada posible forma, por-que si la verdad es revelada... la mentira muere sola, sin necesidad de matarla. Simplemente desaparece.
Por eso digo que ahora es real tiempo para que llegue la primera religión.
Por 300 años las pseudo religiones han peleado contra la ciencia. Ya están cansadas, desnutridas y saben perfectamente que la ciencia ganará. Ya ha ganado.
Así las religiones viejas han perdido terreno, tienen que entenderlo. Lo que se ve en los templos, iglesias, mezquitas y sinagogas es el cuerpo muerto de la religión que un día fue viva. Es sólo su cadáver, pero pretenden que vive, esperando en contra de las posibi-lidades que algún milagro suceda. Pero el milagro no llega, y no llegarás. La ciencia tiene raíces firmes.
Ahora, si quieren algo en el mundo llamado religión tienen que empezar con el abecedario desde el principio:
Una religión que sea ciencia y no ficción.
Mientras la ciencia descubre en el mundo objetivo, la religión descubre dentro, en el mun-do interior.
Lo que la ciencia es para lo objetivo, la religión es para lo subjetivo.
Sus métodos son iguales. La ciencia lo llama observación. La religión, conciencia (estar consciente).
La ciencia lo llama experimento. La religión, experiencia. La ciencia quiere ir profundo al experimento sin prejuicios en la mente, sin creencias previas; uno tiene que ser abierto, accesible. No se impone algo a la realidad, sólo está abierto a la realidad, cualquiera que sea, aún si va en contra de las ideas propias. Hay que botar las ideas... pero la realidad no puede ser negada.
Lo científico está arriesgando su mente ante la realidad, poniéndola a un lado. La reali-dad cuenta, no lo que uno piensa acerca de ella, lo que uno piensa puede estar correcto o equivocado, pero la realidad lo decide, no es la mente lo que decide lo correcto de lo equivocado.
Lo mismo es con la religión auténtica, científica.
Si me permiten, me atrevo a describir la ciencia como dos dimensiones: la externa y la interna. La palabra religión se puede eliminar. Así, hay dos ciencias: una subjetiva y otra objetiva.
Y eso es lo que sucederá, así lo llamen religión o ciencia, no importa, el método es exac-tamente el mismo. Uno no debería seguir con creencias. Ninguna creencia lo llevará a la verdad. Creer es errar.

Tienen que deponer las ideologías, no importa lo lindas o sistemáticas que aparezcan o lo filosóficas que las hagan o las decoren. Tienen que ponerlas a un lado y mirarlas den-tro. Ese es todo el método de la meditación, el estar consciente, el observar(ser testigo).
Meditar, es en resumen, dejar a un lado la mente.
Así la gente que dice que la meditación es una disciplina de la mente, está absolutamente equivocada. No es una disciplina de la mente porque al disciplinarla la están haciendo más fuerte. Mejor pónganla a un lado cuando está débil, indisciplinada. Si está discipli-nada les va a dar una dura pelea.
De esta forma, es más difícil cuando una persona ha estado practicando concentrarse, ya que la concentración es un fenómeno de la mente. Sí, efectivamente les puede dar una mejor mente, más disciplinada, más penetrante, pero el poner la mente a un lado les será muy difícil. Primero les han dado fuerzas, una cierta cristalización.
Eso le sucedió a Gurdjieff y su escuela. Era una disciplina de la mente. La llamó cristali-zación, de una forma muy apropiada.
La mente común es un lío... la disciplina de Gurdjieff les da una mente cristalizada, cen-trada, densa. Y él pensaba que mientras más cristalizada era más pronto llegaría a casa... en eso se equivocó, una mente cristalizada comienza con ciertos poderes.
Por ejemplo, leer los pensamientos de alguien, lo que una mente común no puede hacer. Ni siquiera leer sus propios pensamientos... ¿cómo va a leer los de otro?
Pero la cristalización no es fácil es un proceso largo y dificultoso... años de trabajo, que a Uds. puede parecerles innecesario, pero hay que hacerlo. Porque el profesor lo dice.
Por ejemplo, les decía a sus discípulos que cavaran una trinchera de una milla de largo, y allí estaban ellos haciéndolo durante todo el día y en la tarde, llegaba Gurdjieff y les decía: “Ahora llénenla, sólo así les daré alimentos. No quiero encontrar esto aquí cuan-do venga a caminar en la mañana.”
Ahora, es absurdo, Uds. pensarían ¡este hombre estaba loco!. No lo estaba, él trabaja-ba acuciosamente, matemáticamente. Los discípulos comenzaron a llenar la trinchera. Todo el día estuvieron perforando, todo el día estuvieron pensando “¿Para qué será es-to?, Ahora están pensando ¿Para qué llenarla de nuevo?” Y nadie sabe, mañana puede llegar de nuevo y decir “Caven de nuevo”. Ese hombre sabía lo que hacía.
Lo que él trataba de hacer era debilitar su mente que necesita toda clase de argumentos, convicciones para llegar a ninguna parte... y entonces también, no llegar a ninguna parte. El trataba de enseñar que lo necesario era no molestarse por el por qué. Este es el trabajo del profesor, pensar. El trabajo de Uds. es hacer.
Y si una persona va por este camino año tras año, rara vez encuentra algo que le suce-da personalmente que no le haya sucedido antes.
Por ejemplo, Uds. pasan por su lado y de repente él lee sus mentes.
Eso sucedió: uno de mis alumnos, cuando enseñaba en la Universidad, estaba muy inte-resado en Gurdjieff, así que me dijo: No me pregunto si Gurdjieff estaba en lo correcto o equivocado, sólo explíqueme el método que usaba y como puedo usarlo.”
Contesté: ‘’Si es así le puedo explicar, pero no soy responsable por lo que le suceda...”
Él dijo: “Por supuesto que no es responsable, porque ni siquiera me da la oportunidad de decir si es bueno o malo, uno simplemente quiere saber.” Entonces contesté: “Como profesor, le explico el método. Ud. es el que practica. El método es simple, Haga cual-quier cosa, por ejemplo correr. Hay un momento en que Ud. creerá que no puede más, ahora, en ese momento, tiene que correr más. Y de repente se sorprenderá porque si sigue corriendo liberará una nueva energía... cuando Ud. pensaba que era imposible co-rrer nunca más.
Hay tres capas de energía.
Una: la ordinaria, común, que usan en su vida diaria: comer, caminar, trabajar, escribir, esto y aquello. Sólo superficialmente. Más allá está la capa con más cantidad de ener-gía. Si uno, haciendo cualquier cosa, llega al punto en que...... se termina, eso no significa que la energía de uno se acaba, sólo que la capa se acaba, entonces el segun-do esfuerzo le dice: ’’un momento, no pares, continúa.’’ Así la segunda capa se abre y se hace disponible. ¡Ud. pensaba que no podían más correr y ahora puede correr por horas!
Entonces de nuevo llega al punto en que Ud. siente: ‘’ Si sigo corriendo un poco más, me desmayaré y moriré´´ No sólo es cansancio... es casi fallecer. Al principio era cansan-cio, ahora es casi morir. Es la tercera capa en uno, la cual es enorme. Si Ud. continúa y dice: ‘’ OK, si viene la muerte, está bien, pero seguiré sin parar” la tercera capa se abre y nunca se verá energía mayor en Ud.
Lo que accidentalmente les sucede a Uds. están cansados, todo el día trabajando y todo eso... y de repente, su casa está en llamas. Ud. había pensado que lo único que quería era tumbarse a la cama y olvidarse del mundo ¡y ahora su casa en llamas!
Ud. se olvida del cansancio, de repente Ud. está fresco y joven... tanto como jamás lo ha estado, Ud. corre de aquí para allá, hace toda clase de cosas... tal vez tome toda la no-che apagar el fuego. Y Ud. lo hará y no se cansará.
¿Qué pasó? Lo mismo que Gurdjieff estaba tratando de hacer metódicamente. Pero, una vez que uno se da cuenta de estas tres capas, con cada capa se integra un nuevo poder. Con la común no es mucho lo que se puede hacer. Los estudiosos dicen que uno ocupa un quince por ciento de su energía solamente... los más talentosos, no todos. Un Albert Einstein tal vez use el 15% de su energía.
En promedio las personas comunes no usan más del siete por ciento. Einstein usando el quince hizo conciencia de muchas cosas. Él vive en un Universo distinto que el de Uds. Su Universo es tan vasto que no se puede imaginar. Se dice que cuando él vivía, sólo había unas doce personas en el mundo capaces de entender exactamente lo que la teoría de la relatividad significa.
Pero si Uds. usaran el treinta por ciento de su energía, cincuenta por ciento... ¿Quién puede imaginar lo que se encontraría?
Así es que, querido estudiante, ... él era mahometano y los mahometanos son gente fa-nática, muy subordinado, muy confiado, pero idiota. Los idiotas confían plenamente porque no pueden dudar, no pueden sospechar. Entonces le dije que lo trabajara y él comenzó a hacerlo. Era hijo de un cortador de leña, así es que le dije ‘’ Vaya con su pa-dre y corte toda la madera que pueda y cuando sienta que se va a desmayar, ya no puede levantar el hacha, en ese momento es cuando tiene que hacerlo de nuevo. Y ese es el momento exacto para empezar a trabajar. Lo anterior es sólo superficial. Allí co-mienza Gurdjieff. ‘’ Él lo hizo.
Un día vino a mí corriendo y asustado, temblando. El me preguntó ‘’¿Qué está pasan-do? Estaba en el bus y sólo pensé algo extraño, nunca había tenido esos pensamientos antes. Un hombre iba sentado al frente con su espalda hacia mí y pensé: con mi solo pensar este hombre se puede caer del asiento al piso del bus? Y el hombre se cayó”.
El pensó “¿Puede suceder esto?’’ y sucedió y sucede. El se puso temeroso, pero pensó que quizá era coincidencia y así probó con otro hombre y otro hombre cayó. El conductor del bus dijo ‘’¿Qué está pasando?’’ un hombre cae sin razón porque no hay baches ni curvas, otro también se cae y no estaba durmiendo, sus ojos estaban abiertos.
Y mi alumno me preguntó que le había pasado a esos dos hombres, ellos decían no sa-berlo. El pensó -antes de venir a mí- que debía probarlo una vez más y lo mejor era intentarlo con el conductor . causó un tremendo accidente en el que fallecieron dos per-sonas y varias otras resultaron heridas. Entonces vino a mí diciendo ‘’ ¿qué está pasando?’’

Así, sin saberlo, él consiguió una energía con la que pudo proyectar ideas en la cabeza de otro y ellas hicieron el trabajo. Ahora su mente se había cristalizado, llegando muy cerca. Era la segunda capa.
Le dije ‘’ ¿Quiere entrar en la tercera capa?, porque de ser así, Ud. puede causar la muerte de alguien. Si confía en Ud. mismo, puedo darle el método para llegar ala tercera. Pero ese poder, ¿ Está seguro de ser capaz de no usarla para mal?’’
Él respondió ‘’ No, soy capaz de darle mal uso y perdóneme. Estaba equivocado desde el principio, le dije a Ud. que no me dijera si Gurdjieff estaba en lo correcto o incorrecto, sólo que me diera el método... porque había leído un libro que me había impresionado. No quiero ir más allá. Es peligroso”.
Concentración, disciplina, disciplina del yoga, otros métodos de cantar mantrams: todos ellos ayudan a la mente a ser fuerte, capaces de hacer usar los poderes que están en nuestro subconsciente, en el inconsciente, en el inconsciente colectivo. Si Uds. no están alertas, es como darles una espada, una espada desnuda aun niño para que juegue. Si se va a herir a sí mismo o a matar a alguien, algo malo sucederá. No se puede concebir que algo bueno pueda suceder.
Los brahamanes en la India han usado por miles de años la disciplina de la mente para mantener a todo un país esclavo de ellos. En cinco mil años, no ha habido ninguna revo-lución y ha habido todas las causas para una revolución miles de veces en todos estos años. Los brahmanes son un cuarto de los intocables de la India... esos que no pueden ser tocados, no sólo no pueden tocarlo a uno, ellos son tan sucios... ellos sufren por su mal, malvado karma de otras vidas... tanto que hasta la sombra que cae sobre uno es su-ficiente para perturbar la existencia. Hay que darse un baño inmediatamente. ¿ Ven lo estúpido de la idea? La sombra de una persona pasando los ensucia . ¡Una sombra no tiene existencia! No puede tocarlos ni traer ninguna contaminación.
Por miles de años, en India, un cuarto de la población del país ha vivido en esa esclavi-tud, tanto que tienen que andar con una campanilla alrededor del cuello , como a los búfalos o a las vacas, así se sabe cuando viene la vaca pues la campanilla suena. De esta forma ellos tienen esta campanilla que suena constantemente así todos los que la oyen pueden escapar, hasta de su sombra. Y en la espalda ellos llevan un cepillo grande como una cola, eso para ir limpiando el camino por donde pasan, porque allí cayó la som-bra y la sombra tiene que ser limpiada porque un brahman puede pasar después y caminar por la tierra que un intocable, un achhoot --esa es la palabra-- pisó .
Ahora ¿qué poder tienen estos brahmanes? Ellos no son reyes, no tienen ejércitos, no tienen poder temporal de ninguna clase. Pero tienen una mente disciplinada que se hace más y más disciplinada en cada generación.
Alejandro el Magno lo recuerda en sus memorias. Él llegó a la India antes que Jesucristo y eso fue lo que más le impresionó; naturalmente él venía de cruzar miles de cosas que lo impresionaron, pero esto fue mucho más.
Él era discípulo de Aristóteles. Sócrates era discípulo de Platón que era discípulo de Aristóteles que era discípulo de Alejandro el Magno. Cuando regresó de la India, recuer-da que Aristóteles le había pedido: ‘’al volver, trae los cuatro Vedas que los hindúes piensan que son los únicos libros escritos por dioses y por cierto, son los libros más anti-guos del mundo; así, escritos por dioses o no, son el tesoro más antiguos. Trae contigo esos 4 Vedas, no quiero otra cosa’’.
Él preguntó: ‘’ ¿Encontraré a una persona que tenga los 4 Vedas? ´´
La gente dijo que sí “en el pueblo hay un gran anciano, muy, muy viejo, quizá de 200 años, y él tiene los cuatro Vedas. Como se heredan, no hay cuidado de que les haya sucedido algo malo. Tienen miles de años... los puede obtener de él”.
Alejandro fue hacia el brahman, solicitó al viejo... él nunca había visto a un hombre tan viejo, nunca había visto alguien como él. El hombre lo miró a los ojos y le dijo ‘’ está bien, mañana al salir el sol, le daré los Vedas.”
Alejandro se puso muy contento inmediatamente. Le dijo “lo que quieras pedirme, lo ha-ré, me has hecho un favor tan grande... porque me habían dicho que ningún brahman me daría los Vedas aún si le diera todo un imperio, ningún brahman entregaría los Vedas... y Ud. no pide nada...´´
Él respondió “No, ningún brahman pide nada, lo que sea que quiera, lo consigue. Los que ruegan no son brahmanes. Venga mañana en la mañana y verá”.
La noche entera pasó Alejandro sin dormir. ¿Qué iba a suceder a la mañana siguiente, qué clase de hombre era ése? Y lo que el anciano hizo... él tenía cuatro hijos, los llamó y se sentó alrededor del fuego, el cual había sido mantenido por miles de años, ardiendo 24 horas al día, día a día, año tras año, todos se sentaban alrededor del fuego, y el padre les dijo: ‘’ cada uno de Uds. tome un Veda, lee una página y tírela al fuego. Luego lea otra página y tírela al fuego también. Antes que llegue la mañana habrán terminado con los cuatro Vedas”.
Hicieron lo que el padre les dijo y a la mañana siguiente, cuando llegó Alejandro el Mag-no... y llegó muy temprano pues estaba muy curioso... no pudo entender lo que vió. ¿Qué estaba pasando? Estaban echando las últimas páginas al fuego.
Alejandro dijo “¿Qué sucede?”
“Nada, tome a mis cuatro hijos. Estos son los cuatro Vedas. Esta es Rig Veda, este es Yajur Veda, este es Sam Veda, este es Athrva Veda”.
“Pero, le estoy preguntando por los libros,” dijo Alejandro.
El contestó: . ´´ Ellos recuerdan cada palabra. Eso es lo que hicieron toda la noche ´´
‘’¿Cómo puede una persona memorizar el libro entero en una noche’’ preguntó Alejan-dro.”
El viejo dijo:’’ Ud. no conoce a los brahmanes, es nuestra disciplina. Toda nuestra disci-plina es formar la memoria de tal forma que una vez que se lee algo, no hay forma de olvidarlo.’’
Esta historia llegó a las manos de otro gran rey, Akbar, un mahometano. No pudo creer-lo, porque los Vedas eran grandes, colecciones voluminosas. Él pidió a su corte: ‘’ Encuentren a alguien que pueda repetir este incidente frente a mí.’’
Un hombre se puso de pié y dijo: ‘’ Eso no es nada, conozco a un brahman en mi pueblo que puede hacer miles de cosa más que eso ´´
El hombre fue llevado a la corte del rey Akbar y allí había estudiosos de sánscrito, árabe, persa, pali --otro viejo idioma- ya que él también era muy estudioso y quería los a los más cultos cerca de él. Había treinta personas que sabían treinta idiomas distintos.
Y este fue el arreglo que él hizo: este hombre traído de la aldea lucía como un aldeano, un simple brahman...... y el arreglo fue que cada uno debería mantener en la mente una frase de su propio idioma. Así, había 30 frases en treinta idiomas... y aquel hombre sólo hablaba un idioma –el sánscrito- así, en esos treinta idiomas, el sánscrito no estaba in-cluido.
Este hombre fue al primero que diría la primera palabra de su frase y un gong golpearía. Luego, seguiría el segundo hombre que diría su primera palabra y luego otro gong... él iría a treinta personas una y otra vez: segunda rueda, segunda palabra, un gong: tercera rueda, tercera palabra... hasta que todas las frases estuvieran completas. Entonces había que repetir las treinta frases... y él lo hizo.

Debe haber sido un tremendo computador! Pero si los computadores pueden hacerlo, ¿por qué no la mente? Si la mente creó al computador...no he escuchado aún que un computador haya creado una mente. La mente tiene mucho poder, Uds. pueden discipli-narse en muchas formas y las pseudo religiones han desarrollado estos métodos de concentración, recuerden que la concentración no es meditación.
Porque la concentración es disciplina de la mente y la meditación es hacer la mente a un lado.
De hecho, la palabra meditación en inglés no es la palabra correcta, pues en 0ccidente nada acerca de la meditación ha sucedido jamás. La palabra sánscrita es dhyana. El problema fue cuando los mismos monjes budistas fueron a China, no podían encontrar la palabra correcta para traducir dhyana al chino. Así, escribieron dhyana que en chino so-naba como ‘’zana’’ por eso el Zen japonés es una transfiguración de dhyana.
‘’Meditación’’ da una idea errónea, como meditar sobre algo. --es como una actividad-- no muy diferente de concentración. Uno se concentra sobre algo, uno está contemplando algo, uno medita sobre algo, pero siempre concerniente a algo. Y lo que dhyana es, es eliminar todos los objetos, eliminar todo en lo que uno pueda concentrarse, contemplar, meditar; eliminar todo, que no quede nada sólo el que estaba concentrado, sólo el que estaba contemplando.
Ese estar consciente puro es dhyana.
En inglés no hay una palabra exacta, así que tienen que entender que estamos usando meditación por dhyana.
Dhyana significa un estado de ser donde no hay tensión, ni objetos, ni sueños, ni deseos, nada... sólo vacío. En ese vacío Uds. logran conocerse a sí mismos; descubren la ver-dad. Descubren su subjetividad. Es el silencio perfecto.
Hay métodos para poner a un lado la mente, así como hay métodos para disciplinar la mente. Pero en 0ccidente y más aún en Estados Unidos. porque si el 0ccidente es malo, Norteamérica es lo peor. He estado mirando libros norteamericanos, no ahora, por cua-tro años no he tomado un libro. Todos los libros best sellers en los Estados Unidos, son concernientes a incrementar el poder personal, cómo influencia a la gente y ganar ami-gos, cómo hacerse rico, la mente sobre la materia...pero, están hablando de la disciplina de la mente.
Ciertamente, si Uds. disciplinan la mente, serán mejores competidores, pueden colmar sus ambiciones más fácilmente, pueden manipular a las personas más fácilmente, pue-den explotar a las personas más fácilmente, pueden usar a otros como medios para sus fines. Friedrich Nietzche escribió un libro: Voluntad para el Poder.
Esa es la esencia más pura de todo el esfuerzo de 0ccidente: voluntad-para-poder.**
Voluntad para poder significa que debes tener primero fuerza de voluntad, y ese es otro nombre para la disciplina de la mente, cristalizada. No, estos métodos no lo lograrán. Uds. tienen que aprender métodos para hacer la mente a un lado, es muy poderosa, no la hagan más poderosa, pues están alimentando a su propio enemigo. Ya está cristaliza-da. El colegio, la educación, la Universidad ya hicieron eso.
Después de permanecer por nueve años como profesor universitario, renuncié. Le dije al Vice-Rector, ‘’ no puedo hacer este trabajo porque esto está destruyendo a las perso-nas.’’
‘’¿Qué quiere decir con que esto está destruyendo a la gente?’’.
Los estudiantes lo aman, no le permitirán renunciar. Y no veo en que terreno dice Ud. que no puede seguir porque va a destruir a las personas:’’ dijo él.
Le contesté ‘’ Ud. no lo entiende, porque aunque Ud. nació en India, Ud. no conoce a la India. Ud. ha sido educado en 0ccidente... el se había quedado toda su vida en 0ccidente. ‘’ todos esos libros, esa psicología que tengo que enseñar, la estoy enseñando en contra de mi mismo. Sé que eso dañará a la gente. Sus mentes ya están en mala forma y ahora se pondrán más fuertes, sus cadenas serán mucho más fuertes, su esclavitud de la mente se hará mucho más fuerte.’’
Las pseudo religiones dependen de la disciplina de la mente. El primer trabajo de la reli-gión verdadera es poner la mente a un lado. y esto es de alguna manera, muy simple. Esas disciplinas son muy dificultosas. Entrenar la mente para la concentración es muy difícil, porque va dando vueltas, cayendo en hábitos. Uds. lo toman de nuevo, y se esca-pa. Lo traen de nuevo al asunto en el que estaban concentrados y luego de repente, se encuentran pensando en otra cosa, se van olvidando en qué estaban concentrados. No es un trabajo fácil.
Pero, poner la mente a un lado es algo simple; no presenta dificultad para nada . Lo úni-co que hay que hacer es observar.
Así, lo que sea que pase en su mente, no intervenga, no trate de parar. No haga nada, porque lo que sea que haga, será una disciplina.
Así es que no hagan nada. Sólo observar.
Observar no es un hacer; como se observa el atardecer o las nubes en el cielo o la gente pasando por la calle, observe el tráfico de los pensamientos, sueños y pesadillas... rele-vante o sin importancia, inconsistente, cualquier cosa que pase. Y siempre pasa rápido, simplemente observen. Uds. Se sostienen al lado de lo no-concerniente.

Las pseudo religiones no permiten permanecer en lo no-concerniente, porque dice, la codicia es mala. Así, si un pensamiento codicioso llega, Uds. saltan a prevenirlo; de otra forma se tornan codiciosos. La rabia es mala, si un pensamiento rabioso pasa, inmedia-tamente saltan... tienen que cambiar esto, tienen que sé algo más compasivos, tienen que amar a su enemigo como a uno mismo. Si algo en contra de su prójimo viene.... no, Ud. tiene que amar a su prójimo como a sí mismo. De esta forma, las viejas religiones les dan ideas de lo que es correcto o incorrecto y si algo incorrecto pasa, ciertamente hay que pararlo. Hay que intervenir, hay que saltar y sacar fuera esas cosas. Se equivocan.
Por eso no les digo que es bueno y que es malo; lo que digo es: observen, no observar es malo.
Lo he simplificado absolutamente: Sean observadores.
No es asunto de Uds. ... si viene la codicia, déjenla pasar; si llega la ira llega, déjenla pa-sar. ¿Quién es uno para interferir? ¿Por qué se identifican tanto con su mente? ¿Por qué comienzan a pensar... estoy codicioso... estoy enojado? Es sólo un pensamiento de ira que va pasando, dejen que pase, sólo observen.
Hay una historia muy antigua...
Un hombre se había ido de su pueblo, regresa y encuentra su casa en llamas. Era una de la casa más hermosas del pueblo y a él le encantaba. Mucha gente quería pagar el doble por la casa, pero él nunca estuvo de acuerdo con ningún precio, y ahora estaba quemándose enfrente de sus ojos. Y miles de personas se habían reunido y no podían hacer nada.
El fuego se había extendido tanto que aún si se lograba apagarlo, ya no se salvaría nada. Entonces el se entristeció.
Su hijo llegó corriendo y le susurró algo al oído: ‘’ no te preocupes, lo vendí ayer en un muy buen precio... tres veces. La oferta era tan buena que no pude esperarte, perdóna-me.’’
Pero el padre dijo: ‘’ Bien, si lo vendiste en tres veces más que el precio original. Enton-ces el padre fue sólo un observador, con los otros observadores. Sólo un momento antes él no era un observador, se identificaba. La casa era la misma, todo era lo mismo, pero ahora a él no le concierne. Él está disfrutando, como cualquier otro disfruta.
Entonces el segundo hijo llega corriendo y dice al padre: ‘’¿Qué estás haciendo, estás sonriendo y la casa arde en llamas?’’
El padre dijo’’ No lo sabes, tu hermano la vendió ayer’’.
Él contestó: ‘’el habló de venderla, pero no ha concretado nada, el hombre no va a com-prarla ahora. De nuevo todo cambia, las lágrimas que habían desaparecido volvieron a los ojos del padre. Su sonrisa se fue, su corazón late rápido. Pero el observador se fue, el se identificó otra vez. : y entonces, el tercer hijo llega y dice ‘’ el señor es un hombre de palabra, vengo de hablar con él, dijo ´no importa si se quema o no, es mía y pagaré el precio convenido, aún si Uds. sabía o no que se iba a quemar”
Otra vez es observador, la identificación no está allí más. Realmente nada ha cambiado, sólo la idea de “soy el dueño, de alguna manera me identifico con la casa” hace toda la diferencia..
Al siguiente momento él siente “no estoy identificado, alguien más la compró, no tengo nada que ver con esto, que se queme la casa”
Este simple método de observar la mente, de que no tiene que ver con Uds...
La mayoría de los pensamientos de la mente no son de Uds. sino de sus padres, profeso-res, amigos, libros, películas, televisión, periódicos. Sólo cuenten cuantos pensamientos les pertenecen y se sorprenderán de que ni uno solo es propio. Todos son de otras fuentes, prestados... o se vacían a Uds. desde otros o tontamente se vacían desde Uds. a Uds., pero nada de eso es propio.
La mente está allí funcionando como un computador... Literalmente es un bio-computador. No se identifiquen con un bio-computador, si se calienta. Uds. no arden. Si el computador se enoja y empieza a escribir signos en sus cartas, Uds. no se preocupan. Uds. ven que es lo que está fallando, pero permanecen quietos.
Sólo una pequeña destreza... ni siquiera puedo llamarlo método, porque eso lo hace den-so; lo llamo habilidad, sólo hay que hacerlo; de repente, un día Uds. son capaces de hacerlo. Muchas veces fallarán. No hay que preocuparse... no hay pérdidas, todo es natural. Pero, continúen haciéndolo, un día llega.
Y una vez que sucede, una vez una vez que han logrado por un instante ser el observa-dor, aprenden a ser observadores. Lo más curioso de la mente es que empieza a desaparecer. Como la luz hace desaparecer a la oscuridad. El ser testigo hace desapa-recer la mente, sus pensamientos, toda la parafernalia.
Así la meditación es simplemente ser testigo, y lo que revela... no tienen nada que ver con inventar. No inventa nada, simplemente descubre lo que hay allí
¿Y que hay allí? Ud. entra y encuentra la nada infinita, tan enormemente bella, tan silen-ciosa, tan llena de luz, tan fragante que Ud. ha entrado en el reino de Dios.
En mis palabras, Ud. ha entrado a la divinidad
Y cuando se ha estado en ese espacio, uno sabe y se es una persona totalmente nueva, un nuevo hombre. Ahora uno tiene el rostro original. Todas las máscaras desaparecen. uno vive en el mismo mundo, pero de manera distinta; uno está entre la misma gente, pe-ro no con la misma actitud, la misma cercanía. Uno puede vivir como el loto en el agua. En el agua, pero absolutamente intocado por el agua.
La religión es el descubrimiento de la flor de loto interior.
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Notas: * Juego de palabras, alusión a la fábula de “La bella y la Bestia”
** Juego de palabras, “will” = Voluntad, “power”= poder, “Will power” = Fuerza de voluntad
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0sho: De la inconsciencia a la conciencia, capítulo 19.